Me dijeron: “Te vamos a meter la polla en la boca para que no llames más al árbitro”
El pasado domingo, en el campo de Torredelcampo (Jaen), Soraya Leiva vivió
uno de sus peores días en su labor arbitral: “Nada más llegar al vestuario, me
derrumbé y no podía parar de llorar”, relata.
Recibió innumerables insultos machistas durante el partido de Primera
Andaluza entre el CD Torredelcampo y el CD Vilches. “Me llamaron zorra. Que lo
que me gustaba era estar rodeada de tíos”.
No contentos con estos insultos, alguien se dirigió a ella en el
descanso y le espetó: “Te vamos a meter la polla en la boca para que no llames
más al árbitro”, asegura.
Palabras que fueron recogidas por el árbitro del choque Antonio
Hernández Jiménez en el acta.
Soraya Leiva se convirtió en el centro de la mayoría de los insultos,
sobre todo, en la segunda mitad. “El partido iba correcto y dentro de la
normalidad hasta el descanso. Después todo fueron malas palabras hacia mí”,
subraya. El trío arbitral, incluso, solicitó la presencia de la Policía Local o
de la Guardia Civil. “Estuvieron en el campo, pero en la puerta. En ningún
momento se acercaron a nosotros”, subraya. Es la primera vez en sus ocho años
en el mundo del arbitraje que Soraya Leiva vive una situación así. “Lo máximo
que recuerdo fue un intento de agresión de un hombre ebrio en un partido de
juveniles. Pero nunca antes esos insultos tan duros”, enfatiza.
Noticia completa: La Contracronica
¿Qué opinas?