El avance comprometedor
Supongamos que para alcanzar un objetivo es imprescindible atravesar un
río caudaloso, sería imposible hacerlo si quien lo va a pasar no sabe nadar; en
el arbitraje es igual, los árbitros deben conocer de antemano en forma teórica
y práctica todas las situaciones u acciones que tienen como finalidad lograr la
consecución de un gol en la portería contraria, de esta situación se derivan
dos escenarios, el primero es conocer cuándo un jugador lleva un avance con
posibilidad clara de marcar gol; y el segundo es saber cuándo el jugador va en
un avance comprometedor.
Proyección a la portería
En este artículo se tratará específicamente el avance comprometedor,
para iniciar con la definición se dice que un jugador lleva una aproximación de
este tipo cuando en el momento de ir o no hacia la meta contraria puede con su
accionar colocar al compañero, a él mismo o al equipo en una situación
ventajosa para lograr una clara opción de gol; esta circunstancia puede
presentarse en el área penalti contraria, en sus cercanías incluyendo la mitad
del terreno de juego en la franja más alejada de la línea medianera donde
exista proyección a la portería contraria.
Acciones que lo impiden
Este tipo de avance se puede ver entorpecido cuando un jugador utiliza
diferentes medios y acciones como, tropezar imprudentemente, sujetar al
adversario evitando que este obtenga el balón, o cometer zancadilla o cualquier
otro tipo de falta; tales hechos son considerados por el reglamento como
conductas antideportivas y se castigan con tarjeta amarilla. En este contexto
debe quedar bien claro que un jugador nunca podrá entorpecer un ataque
comprometedor cuando este es generado en su propia mitad de campo de
juego.
Para tener en cuenta
Los aspectos que debe tener en cuenta un árbitro a fin de comprobar que
la acción es un ataque comprometedor son, la distancia entre el defensor y la
meta; la posibilidad que tenga el jugador de controlar o hacerse al control del
balón; la dirección en que se juega; la posición de los defensores que
intervienen en la acción; las posibilidades de pasar el balón que tenía el
jugador que sufrió la falta, entre otros. Un elemento esencial que debe
contemplarse en el momento del ataque, es la inferioridad o superioridad
numérica de defensores y atacantes en la zona activa de juego donde se
entorpece la acción.
Aprender a diferenciar
En cierta forma un partido de fútbol es como atravesar un río
caudaloso, se puede tener excelentes árbitros y objetivos tácticos muy
definidos para juzgarlo, pero si estos no son adiestrados para discernir sobre
ciertas acciones que se presentan dentro del mismo dichos objetivos estarán
perdidos. Por eso se deben formar jueces llenos de iniciativa y con la
seguridad de que no llegarán a improvisar durante la competencia, sino que en
el campo sabrán diferenciar las situaciones que aunque parecidas nunca serán
iguales.
Artículo escrito por José Borda
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