¡Qué difícil es arbitrar!
Cuando me pongo a dirigir el típico partidillo en un entrenamiento me
doy cuenta de lo difícil que es la figura del juez en el fútbol, de lo
complicado que es dejar contentos a los dos lados o no equivocarte al tomar una
decisión en tan poco tiempo.
Creo que para mejorar la figura del árbitro en nuestro fútbol todos
deberíamos recapacitar y pensar que algo no hacemos bien, yo el primero desde
técnico que marco mi «mea culpa».
Hay una parte de error que va innata con el ser humano y que jamás
podremos suprimir todos los que estamos dentro del fútbol. El juez tiene que
decidir en décimas de segundo y rodeados de una presión ambiental y mediática
también se equivocan pero no menos que un técnico, futbolista, periodista o
aficionado.
Creo que los técnicos no ayudamos justificando derrotas en errores
arbítrales, sean verdad o no, porque seguro que hay más causas para analizar y
les ponemos en el ojo del huracán cuando debíamos fortalecer esa figura. Creo
que los jugadores tampoco ayudan en el campo con simulaciones o pedir una
amonestación para un compañero o intentar echar el público encima del árbitro.
Estamos siempre más pendientes de cómo sacarle beneficio al reglamento que de
jugar al fútbol.
También creo que los medios de comunicación otorgan mucha importancia
al árbitro, tanto antes, como durante y después de los partidos. Se habla más
del colegiado que de la resolución del juego. En otros países ni se les conoce
ni se habla de ellos, son parte del juego pero los importantes son los
jugadores y sus errores entran dentro del contexto futbolístico. En España
hemos visto portadas de diarios con los árbitros y días y días hablando de
ellos.
Al público también hay que pedirle que recapacite y que vaya al fútbol
a disfrutar del juego y a ver ganar a su equipo. No a que a la mínima toda la
ira caiga sobre el árbitro. Hay que pedirle al aficionado que respete y acepten
el error porque es una labor difícil.
Fomentar reuniones
Por ultimo a los árbitros también hay que pedirles que recapaciten y
que acepten que de ellos también depende que su figura sea mucho más respetada.
Su preparación ha aumentado en todos los aspectos pero el margen de error
humano siempre está ahí. Nunca nadie llega a un estadio con la predeterminación
de perjudicar a uno u otro porque ellos también se juegan muchas cosas.
Pedirles que piten desde el reglamento pero no con el reglamento en el
bolsillo. Que interpreten las reglas junto al juego y que protejan tanto al
jugador como al fútbol. Que entiendan que los profesionales estamos ante una
presión enorme de todo tipo y que podemos reaccionar fuerte ante una jugada que
entendemos que nos perjudica, pero que no es una falta de respeto al colegiado.
Valoro mucho la figura del árbitro que entiende al profesional y es
capaz de hablar con él y sentirse parte del juego. En esto mi amigo Quique
Mejuto era un tipo de capaz de acercarse a un jugador que le está diciendo algo
e intenta solucionar el problema sin sanción. Nunca he entendido esa frase de
que un jugador es amonestado por «hacer observaciones», pero porque no voy a
poder hablar o expresar mis sensaciones siempre que haya un respeto y no un
comentario fuera de tono. Creo que se debería de fomentar las reuniones entre
jugadores, técnicos y árbitros para que unos sepan lo que sienten y piensan los
otros.
Fuente: LaNueva España
¿Qué opinas?