Germán Cid Camacho será el primer árbitro segoviano en Segunda B

  El árbitro segoviano Germán Cid Camacho, dirigiendo un partido de fútbol. / Álvaro Pinela.

Los recientes éxitos del Caja Segovia y la Gimnástica Segoviana han eclipsado otros éxitos de deportistas segovianos que merecen ser destacados. Uno de ellos es el hecho de que, por primera vez en la historia, un árbitro segoviano dirigirá partidos de Segunda División B la próxima temporada. Se trata de Germán Cid Camacho, un joven árbitro que cumplirá 24 años el mes que viene, y que la pasada semana logró el ascenso de categoría tras superar las exigentes pruebas, tanto físicas como técnicas, a las que más de medio centenar de árbitros se sometieron en Madrid.
El colegiado segoviano arbitró su primer partido con 14 años, y tras una carrera fulgurante, con 20 llegó a la Tercera División, donde ha pasado las tres últimas temporadas, quedando entre los seis mejores árbitros de la región, y siendo seleccionado por el Comité Castellano-Leonés para tomar parte en las pruebas de ascenso, que no eran nada sencilla, “y la prueba fue que ni la mitad de los árbitros que nos examinamos consiguieron alcanzar la máxima puntuación en las pruebas físicas. Las técnicas no consistían sólo en saber las reglas del juego, sino también conocimiento de estatutos, supuestos de confección de actas, exámenes de jugadas en vídeo...”, señala el árbitro segoviano.
Germán Cid logró alcanzar la decimotercera mejor nota de las 56 que se calificaron, lo que directamente le concedía el ascenso a la Segunda División B, un hecho que le llevará a poder participar, como cuarto árbitro, en partidos tanto de Primera como de Segunda División, “aunque los colegiados recién ascendidos solemos hacer solamente los partidos de Segunda”. No cabe duda que el ascenso a la División de Bronce del fútbol español sólo es un paso más en una carrera en la que, como en todo en la vida, ha tenido sus ratos buenos y sus momentos difíciles, “aunque el ser humano siempre tiende a olvidar los malos momentos y a quedarse con los buenos”.
El colegiado segoviano se muestra partidario de la nueva corriente en el arbitraje español que tiende más a dejar jugar que a imponer la autoridad a base de pitarlo todo, “a mí no me gustan los partidos trabados y que se interrumpen de manera constante. Trato de distinguir lo que es una simple disputa por el balón de una infracción, y normalmente los jugadores, cuando se dan cuenta de que no vas a pitarlo todo, no te crean demasiados problemas tratando de simular las faltas. Si no se producen tantas faltas, el juego es más fluido y no muestras tantas amonestaciones. Creo que esa es la tendencia a la que intenta dirigirse el arbitraje moderno”. Un arbitraje que contará la próxima temporada con un colegiado segoviano en la Segunda B.
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