Ángel María Villar: "El entrenador es un educador del futbolista a todos los niveles"
El Presidente de la RFEF tuvo palabras entrañables de recuerdo hacia la figura de Ramón Cobo durante la entrega de los premios que llevan su nombre y que concede el Comité de Entrenadores de la RFEF. Además, glosó la figura de los entrenadores, “claves en la formación integral de deportistas y personas”.
El Presidente de la Real Federación Española de Fútbol quiso cerrar el acto de entrega de los primeros Trofeos Ramón Cobo con unas emotivas y profundas valoraciones de la figura del entrenador:
"Me van a permitir empezar saludando a los premiados. Este acto se hace en su honor. Y saludar a todos los invitados y presentes ya nombrados. Bienvenidos a este acto. Quiero felicitar en primer lugar al Comité Nacional de Entrenadores por la idea de distinguir a nuestros entrenadores más destacados en la temporada pasada. Se suelen reconocer en el mundo entero, con muchísima frecuencia, a los jugadores, actores directos de este deporte. Pero ellos no están solos, los entrenadores tienen un rol muy importante, como los árbitros y los dirigentes. Enhorabuena al Comité por esta idea, y también por dar el nombre a estos premios de una persona querida por todos como es Ramón Cobo. Eduardo Caturla lo ha definido muy bien, era un hombre ejemplar, modélico, amante de este deporte y querido por todas las personas que trabajamos por él.
Ramón trabajó en todas las facetas en las que puede hacerlo un hombre de fútbol: como jugador, como entrenador en Primera División y como dirigente, muchísimos años, en la Federación de Fútbol de Madrid y en la RFEF, dieciséis años conmigo. Cuando tienes que designar a una persona, parece que es fácil saber elegir, pero es complicado hacerlo. Porque hay personas capaces, que saben hacer las cosas; pero entre todas, tienes que elegir a uno. Y ése al que eliges se diferencia de los demás por un elemento fundamental que es la lealtad, palabra que hoy parece que podría estar en desuso. A partir de un determinado nivel de capacidad, tienes que distinguir quien es más y menos leal a la institución que representas, y al fútbol. A Ramón Cobo lo designé porque reunía todas estas cualidades. Me alegra que hayan dado a este primer premio de entrenadores el nombre de Ramón Cobo. Es algo que me hace feliz. Como todo premio, tiene un inicio: y hoy vivimos el momento de ese inicio. El año que viene serán otras las personas distinguidas, o se ratificará a algunos de los que hoy están aquí. El inicio de cualquier hecho en el mundo del fútbol parece fácil, pero mantenerlo en el tiempo es complicado. Todos aportamos nuestro granito de arena para que se reconozca al entrenador como actor importante en el fútbol. Trabajemos para mantener este premio durante muchos años.
He sido jugador, amo este deporte, y trabajo por él desde los diez años, en varios niveles del mismo. En infantiles, juveniles, en profesionales y aficionado, y como dirigente. Siempre he dado un valor extraordinario al entrenador. La mayoría de los entrenadores en España nacen porque previamente han sido jugadores. Yo he sido una excepción, no fui entrenador. Mis compañeros me lo decían siempre, que sería dirigente. Aún así reconozco el importante y trascendental valor del entrenador en la práctica del deporte. No sólo por enseñar a generaciones y generaciones lo que deben hacer en el campo. El entrenador debe ser un educador a todas las edades, y para ello, una persona muy bien preparada. He tenido muchos entrenadores. De todos he aprendido y todos me han enseñado. Me han enseñado a formarme como hombre y como jugador. Esa labor fundamental que tienen que realizar con los jugadores no la olviden nunca.
En el fútbol trabajamos con gente sana, con gente joven, con gente capacitada para jugar a este deporte y con gente famosa si nos toca entrenar a los grandes clubes de Primera División. Todos los entrenadores que tuve me han enseñado algo que me ha servido en mi vida privada y en mi vida profesional como representante del fútbol español. Tuve un gran Seleccionador Nacional como fue el señor Kubala, que tuvo un rol muy importante en el fútbol español en una época en la que no éramos campeones del mundo. Fue una época difícil, pero él nos transmitió que debíamos sentirnos orgullosos de defender los colores de la Selección Española, y que debíamos estar felices de ser elegidos entre cientos, miles de profesionales en España. Le debo muchísimo a la labor del señor Kubala como Seleccionador; él cambió el camino del fútbol español hacia un mejor destino.
Hoy tengo bajo mis órdenes a muchísimos seleccionadores de todas las categorías: estoy orgulloso de todos ellos. Lo están haciendo muy bien. Los resultados del fútbol español vienen de hace varios años. Hay que tener en cuenta algo: los que preparan y traen a los jugadores a la Selección son los clubes. Ellos son la base de la formación a todos los niveles. Esta casa se ha preocupado de coordinar ese trabajo y de hacer equipos en categorías inferiores y en la Selección Absoluta. Y los resultados de ésta han servido para reconocer lo hecho en categorías inferiores. Nadie en el fútbol es imprescindible. Todos podemos aportar una granito de arena para que este deporte cada vez sea mejor y esté al servicio de la sociedad, una sociedad que tanto lo necesita para la formación integral de niños, jóvenes y hombres ya profesionales.
Les agradezco que hayan acudido a estos premios, que llevan el nombre de una persona ejemplar, para reconocer el trabajo de unos actores extraordinarios del fútbol español: los entrenadores. Muchísimas gracias".
Noticia e imagen:http://www.rfef.es/
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