Victoria Petrova se 'doctora' en fútbol playa
Victoria Petrova es una estudiante de arquitectura de 25 años que compagina sus estudios con su gran vocación, el arbitraje. Animada por sus familiares y amigos dado su fuerte carácter confeso, esta catalano-búlgara, que lleva once años enrolada en el complicado mundo del arbitraje, mantiene intacta la ilusión del primer día.
Hecho que le servirá para subir otro escalón importante en su carrera deportiva ya que será la primera árbitro que pitará fútbol playa en el panorama internacional.
Amante del deporte desde que le alcanza la memoria, Victoria, que práctica natación y es una entusiasta de las maratones, explica que el sempiterno negro que acompaña a los árbitros le permite vivir el fútbol en su esencia más pura, motivo que le ayudó a tomar la decisión de convertirse en colegiada ya que "los árbitros no nos debemos a unos colores. Tenemos un punto de vista diferente que engloba todos los aspectos que se deben seguir para promover la correcta práctica de este deporte".
Su carrera empezó a los catorce años en las diferentes categorías del fútbol base, una etapa que recuerda con cierta lejanía pese a la gran sonrisa que esboza al tratar de rememorar sus inicios. "Realmente, ni me acuerdo con detalle cuál fue mi primer partido. Fue en los aledaños del Camp Nou, en un partido de benjamines. Lo único de lo que estoy segura es que estaba muy nerviosa", asegura la joven trencilla.
Gracias a su entendimiento del juego y a la aplicación del reglamento, Victoria, ha ido subiendo categorías. Actualmente, pese a que continúa dirigiendo partidos en divisiones inferiores cuando requiere la ocasión, también aparece en Segunda Catalana, como árbitro principal y como asistente, en Primera Catalana y en Tercera División. Además, también ha ejercido como árbitro en varios partidos de fútbol playa, la modalidad de juego que más está potenciando la FIFA durante estos últimos tiempos.
Es en este mundo, y gracias a su buen hacer dentro del terreno de juego, donde ahora se le presenta a Victoria un nuevo gran reto para seguir labrando su carrera y crecer como árbitro.
Victoria está llamada a convertirse en la primera mujer que dirige partidos internacionales como árbitro principal en fútbol playa, a partir de diciembre, fecha en que la FIFA designa los colegiados de las diferentes modalidades del deporte rey.
Superados los requisitos teóricos y físicos exigidos por el comité de árbitros FIFA, Vicky está a la espera de su designación como colegiada para empezar a dirigir, en un principio, tanto en la categoría de féminas como en la masculina. Su ilusión, por tanto, es máxima aunque reconoce que "todo es relativamente nuevo en cuanto al fútbol playa. Podríamos decir que está empezando a nivel oficial pero quizás dentro de un par de años pueda pitar en algún torneo importante o incluso en un mundial".
Con la ilusión por bandera, Victoria, que proclama su admiración por el italiano Collina y el navarro Undiano Mallenco, explica que llegar a Primera División, es "una de mis mayores ilusiones". Tras admitir que "el arbitraje es una vocación y cosas como el dinero o para algunos la fama sólo son efectos colaterales", mantiene que "este mundo es muy difícil pero tengo mucha ilusión por continuar trabajando para llegar lo más lejos posible. Tengo muy claro que el árbitro que sólo pita por dinero, y no por vocación, no llegará más allá de tercera catalana".
Noticia e imagen:http://www.mundodeportivo.com/
Hecho que le servirá para subir otro escalón importante en su carrera deportiva ya que será la primera árbitro que pitará fútbol playa en el panorama internacional.
Amante del deporte desde que le alcanza la memoria, Victoria, que práctica natación y es una entusiasta de las maratones, explica que el sempiterno negro que acompaña a los árbitros le permite vivir el fútbol en su esencia más pura, motivo que le ayudó a tomar la decisión de convertirse en colegiada ya que "los árbitros no nos debemos a unos colores. Tenemos un punto de vista diferente que engloba todos los aspectos que se deben seguir para promover la correcta práctica de este deporte".
Su carrera empezó a los catorce años en las diferentes categorías del fútbol base, una etapa que recuerda con cierta lejanía pese a la gran sonrisa que esboza al tratar de rememorar sus inicios. "Realmente, ni me acuerdo con detalle cuál fue mi primer partido. Fue en los aledaños del Camp Nou, en un partido de benjamines. Lo único de lo que estoy segura es que estaba muy nerviosa", asegura la joven trencilla.
Gracias a su entendimiento del juego y a la aplicación del reglamento, Victoria, ha ido subiendo categorías. Actualmente, pese a que continúa dirigiendo partidos en divisiones inferiores cuando requiere la ocasión, también aparece en Segunda Catalana, como árbitro principal y como asistente, en Primera Catalana y en Tercera División. Además, también ha ejercido como árbitro en varios partidos de fútbol playa, la modalidad de juego que más está potenciando la FIFA durante estos últimos tiempos.
Es en este mundo, y gracias a su buen hacer dentro del terreno de juego, donde ahora se le presenta a Victoria un nuevo gran reto para seguir labrando su carrera y crecer como árbitro.
Victoria está llamada a convertirse en la primera mujer que dirige partidos internacionales como árbitro principal en fútbol playa, a partir de diciembre, fecha en que la FIFA designa los colegiados de las diferentes modalidades del deporte rey.
Superados los requisitos teóricos y físicos exigidos por el comité de árbitros FIFA, Vicky está a la espera de su designación como colegiada para empezar a dirigir, en un principio, tanto en la categoría de féminas como en la masculina. Su ilusión, por tanto, es máxima aunque reconoce que "todo es relativamente nuevo en cuanto al fútbol playa. Podríamos decir que está empezando a nivel oficial pero quizás dentro de un par de años pueda pitar en algún torneo importante o incluso en un mundial".
Con la ilusión por bandera, Victoria, que proclama su admiración por el italiano Collina y el navarro Undiano Mallenco, explica que llegar a Primera División, es "una de mis mayores ilusiones". Tras admitir que "el arbitraje es una vocación y cosas como el dinero o para algunos la fama sólo son efectos colaterales", mantiene que "este mundo es muy difícil pero tengo mucha ilusión por continuar trabajando para llegar lo más lejos posible. Tengo muy claro que el árbitro que sólo pita por dinero, y no por vocación, no llegará más allá de tercera catalana".
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