El más común de los sentidos
El reglamento fue creado para proteger a los jugadores en
contienda, pero en algunos casos específicos no cumple con su objetivo ya que
en vez de ajustarse a las normas generales y lógicas atenta contra la justicia
y el buen juicio. Es por eso que el árbitro es quien decide qué hacer cuando se
le presenta la situación inesperada, en estos casos es cuando el colegiado
de turno debe razonar para poner de acuerdo a las partes implicadas sin
beneficiar ni perjudicar a nadie.
Definición acertada
Siempre que un colegiado utilice el buen juicio o el pensamiento
acertado que tendrían la mayoría de personas para definir una situación en un
partido, está aplicando el sentido común. El sentido común arbitral no es más
que buscar soluciones que no están escritas en las leyes de juego y que sirvan
para solucionar los problemas y los conflictos en los partidos, sin afectar ni
ayudar a ninguno de los bandos en contienda, logrando con ello, que todos los
jugadores estén de acuerdo en torno a la posible solución que planteo el
árbitro.
Características principales
El sentido común es un conocimiento natural en su origen, no sucede
frecuentemente y está basado en el acuerdo de las partes implicadas, por ello
puede calificarse de espontáneo, disperso y convencional. Es espontáneo, porque
se da sin haberlo buscado conscientemente; o bien, es producto de la necesidad
de dar solución inmediata a problemas particulares en los partidos. Es
disperso, porque se limita a explicar jugadas aisladamente, sin llegar a
establecer relación entre ellas y; es convencional, debido a que este tipo de
conocimiento se basa en el consenso de la mayoría; en el caso del fútbol
árbitros, jugadores, aficionados etc.
La forma de adquirirlo
Los árbitros lo pueden conseguir a través de lo que sienten, ven y
oyen, de lo que les pasa o de las experiencias de otros compañeros. También
pueden hacerlo por medio de su propia iniciativa o sabiendo distinguir una
situación de la otra y atendiendo las normas mayoritariamente observadas por
todos. Los colegiados que se destacan y llegan a los mejores sitiales dentro
del gremio son los que mejor aplican el sentido común.
Para aplicarlo bien
Para aplicarlo se debe conocer claramente el reglamento y saber donde
existen vacíos, para diferenciar lo reglamentario de lo justo. De ahí en
adelante sólo queda pensar y decidir cómo asignar justicia y ley. Cuando se le
presenta una situación no contemplada en el reglamento al árbitro, este, antes
de tomar cualquier decisión debe ponerse en el rol de las personas que
observaron la acción y aplicar lo que la mayoría de ellos haría en dicha
condición.
Necesidad importante
Todos los silbatos deben conocer y poner en práctica el sentido común,
para demostrar la efectiva facultad de juzgar y distinguir lo que está bien de
lo que está mal, ya que cada uno dirige sus pensamientos por derroteros
diferentes y no consideran las mismas cosas, entonces creer tener buen ingenio
para solucionar los problemas no es suficiente, lo principal es aplicarlo en el
momento preciso ya que de esto depende en gran parte que el encuentro futbolístico
termine bien, porque no sólo corriendo o aplicando las leyes se arreglan los
partidos.
Artículo escrito por Jose Borda
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