Los años en que Monseñor Ricardo Ezzati fue árbitro de fútbol en Italia
Audax Italiano inaugura su nuevo complejo deportivo en la comuna de Puente Alto .
Hay un invitado especial en la presentación, uno que hoy poco tiene que
ver con el fútbol, pero que sorprende cuando toma el micrófono y cuenta
lo que él llama su "desconocida historia".
Es el Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, quien fue invitado para bendecir las instalaciones del cuadro de colonia, pero que se lució al relatar su pasado como árbitro de fútbol.
"Estoy aquí inaugurando esto y me recuerdo aquellos años cuando fui árbitro de fútbol en Italia, es la mayor cercanía que he tenido con este lindo deporte", reseña de entrada el sacerdote salesiano, quien es ítalo-chileno. Nació en Italia, pero se radicó en Chile en 1959.
Y es que el sacerdote reveló una parte no publicada de su biografía, esa que dice que cuando se fue a estudiar a la Universidad Salesiana en 1966 cumplió el rol del personaje más vilipendiado del balompié.
Él dice que no la pasó mal como los jueces de hoy, no recibió insultos, sólo uno que otro ofuscado por algún cobro. Y eso que recuerda haber sido duro, infalible con las tarjetas, aunque imponía respeto y trataba siempre de mediar.
"La tarea que me dieron era acompañar equipos de jóvenes que jugaban fútbol en la periferia de Roma y allí fui conociendo a los jugadores, la organización, la preparación de los partidos. Era todo muy divertido y aprendí mucho", indica.
Dirigía sábado y domingo, un partido en la mañana y otro en la tarde; Aprovechaba el mediodía para llevar a los jugadores a una misa. "Era muy lindo todo, porque había momentos significativos de formación, virtudes humanas, de sociabilidad, solidaridad y todos los grandes valores".
¿Y cómo aprendió a arbitrar? "Acá en Chile había sido inspector general de un colegio que era internado y ahí también ya había llegado a esa actividad, casi obligado, pero con un gran espíritu".
A pesar de sus años en Europa, no adhirió a ningún club en especial, aunque hoy los colores del Audax Italiano lo atraen nuevamente al "deporte rey". "Hace muchos años que no voy a un partido, ahora en Audax me regalaron un carné de socio y espero venir a verlos, aunque mi gran equipo es la tarea que tengo que realizar como Obispo de Santiago", refrenda.
Los dirigentes del cuadro itálico lo hicieron socio honorario, esperando que pueda acompañarlos en algún duelo, a pesar de su siempre apretada agenda. La idea es que ocupe el asiento que le han regalado como uno de los más importantes miembros de la comunidad italiana en Chile.
Mientras, Monseñor Ezzati sigue vestido de negro, pero ya no impartiendo justicia en una cancha, sino que como él dice, "buscando justicia".
Es el Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, quien fue invitado para bendecir las instalaciones del cuadro de colonia, pero que se lució al relatar su pasado como árbitro de fútbol.
"Estoy aquí inaugurando esto y me recuerdo aquellos años cuando fui árbitro de fútbol en Italia, es la mayor cercanía que he tenido con este lindo deporte", reseña de entrada el sacerdote salesiano, quien es ítalo-chileno. Nació en Italia, pero se radicó en Chile en 1959.
Y es que el sacerdote reveló una parte no publicada de su biografía, esa que dice que cuando se fue a estudiar a la Universidad Salesiana en 1966 cumplió el rol del personaje más vilipendiado del balompié.
Él dice que no la pasó mal como los jueces de hoy, no recibió insultos, sólo uno que otro ofuscado por algún cobro. Y eso que recuerda haber sido duro, infalible con las tarjetas, aunque imponía respeto y trataba siempre de mediar.
"La tarea que me dieron era acompañar equipos de jóvenes que jugaban fútbol en la periferia de Roma y allí fui conociendo a los jugadores, la organización, la preparación de los partidos. Era todo muy divertido y aprendí mucho", indica.
Dirigía sábado y domingo, un partido en la mañana y otro en la tarde; Aprovechaba el mediodía para llevar a los jugadores a una misa. "Era muy lindo todo, porque había momentos significativos de formación, virtudes humanas, de sociabilidad, solidaridad y todos los grandes valores".
¿Y cómo aprendió a arbitrar? "Acá en Chile había sido inspector general de un colegio que era internado y ahí también ya había llegado a esa actividad, casi obligado, pero con un gran espíritu".
A pesar de sus años en Europa, no adhirió a ningún club en especial, aunque hoy los colores del Audax Italiano lo atraen nuevamente al "deporte rey". "Hace muchos años que no voy a un partido, ahora en Audax me regalaron un carné de socio y espero venir a verlos, aunque mi gran equipo es la tarea que tengo que realizar como Obispo de Santiago", refrenda.
Los dirigentes del cuadro itálico lo hicieron socio honorario, esperando que pueda acompañarlos en algún duelo, a pesar de su siempre apretada agenda. La idea es que ocupe el asiento que le han regalado como uno de los más importantes miembros de la comunidad italiana en Chile.
Mientras, Monseñor Ezzati sigue vestido de negro, pero ya no impartiendo justicia en una cancha, sino que como él dice, "buscando justicia".
Noticia e imagen:http://www.emol.com/
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