Salomé Di Iorio, la árbitro olímpica

Quiso ser árbitra no para impartir justicia dentro de un campo de juego sino para poder sustentar, con un título, lo que sabía de fútbol a la hora de discutir. Buscaba un aval en un ambiente machista en donde a las mujeres se las invita, con frecuencia y pocos modales, a “lavar los platos”. Por diversión, empezó a dirigir a los 18 años en countries y ligas locales mientras repartía, en su agenda, las clases de la Escuela de Arbitraje y las de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. A los 21 se convirtió en árbitra de la Asociación de Fútbol Argentino y cinco años después alcanzó la categoría de Internacional. Hoy, Salomé Di Iorio puede sumar un párrafo más a su curriculum: representará al arbitraje argentino en Londres 2012. En diálogo con 442, Salomé contó qué significa en su carrera la convocatoria y opinó sobre los cuestionamientos que sufre el arbitraje.

De seis árbitros latinoamericanos, vos sos una de las elegidas para ir a los JJ.OO. ¿Cómo recibiste la noticia?

Con gran alegría y mucho entusiasmo. Hace varios años que arbitro y para cualquier deportista los Juegos Olímpicos o un Mundial es el máximo reconocimiento, objetivo y logro que puede aspirar. Siempre manifesté que mi sueño dentro del arbitraje es participar en un torneo así. Me siento una privilegiada habiendo sido convocada a este torneo, máxime, a sabiendas que sólo una terna femenina es la elegida a nivel sudamericano.

¿Era algo que esperabas o te tomó de sorpresa?

Lo esperaba pero, al ser solo una arbitra la que iba a concurrir, las chances eran reducidas.

¿Qué significa esta convocatoria en tu carrera?

Un sueño y reconocimiento a nivel internacional luego de más de catorce años de profesión en el país y ocho en la FIFA.

Vas a dirigir fútbol femenino, ¿te gusta o preferís dirigir varones?

Me gusta dirigir femenino y masculino.

La FIFA explicó que Londres-2012 representa el primer paso del camino que les conducirá a la Copa Mundial de la FIFA Brasil-2014 ¿Es sólo para los árbitros varones o crees que existe la posibilidad de que una mujer dirija en la Copa del Mundo?


No existe ningún impedimento para que una mujer pueda participar y ser convocada a un Mundial masculino, siempre que cumpla con las exigencias de la FIFA. Pero no puedo emitir un juicio de valor sobre qué consideró la FIFA al manifestarse al respecto.

¿Hoy en día el arbitraje en el país está muy cuestionado, cómo ves el nivel de los árbitros en el país?

El nivel es bueno. Hay cuestiones a mejorar, por supuesto, pero considero que los cuestionamientos van a estar siempre presentes, porque somos seres humanos y eso significa que podemos cometer errores y equivocarnos, aunque debemos procurar siempre que el margen de error sea el menor posible.

¿Soñás con alguna vez dirigir en Primera?


Sí, por supuesto, aunque tengo claro que es muy difícil en actualidad.

¿Creés que te criticarían aún más que a tus colegas por ser mujer?

La realidad es que en este deporte siempre el error femenino en comparación con el masculino se magnifica, pero asimismo cuando nuestra performance es óptima, lo destacan, llamativamente de mayor manera que cuando realiza la misma labor un hombre. Será porque a ellos mismos les sorprende aun que podamos llevar correctamente adelante un arbitraje en un partido de hombres. Personalmente, considero que ya demostré a lo largo de varios años de carrera dentro del arbitraje que no estoy por casualidad y que si una mujer tiene capacidad e idoneidad en la tarea que realiza, dentro de un campo de juego o en cualquier otro ámbito, debe ser evaluada y tenida en consideración al igual que un hombre. Por más de que muchos todavía se rehúsen a ello por tener un pensamiento machista sinsentido.

¿Te siguen discriminando en las canchas argentinas?

No. La verdad es que, en general, se fueron acostumbrando a la presencia femenina dentro de un terreno de juego. Muchas veces nos elogian y hasta destacan más que a los hombres porque son objetivos y advierten que podemos arbitrar igual o mejor que un arbitro hombre. Incluso dirigentes, técnicos y jugadores en varias oportunidades se han alegrado con que vuelva a dirigirlos porque les había dejado muy buena imagen y eso es lo más gratificante que te puede suceder, a sabiendas de que estamos en un ambiente donde somos minoría y muchas veces somos erróneamente criticadas por cuestiones simplemente de machismo.

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