Los árbitros no se arrugan
Si algo caracterizó el inicio de la temporada pasada fue el elevado
número de entrenadores expulsados. Mauricio Pellegrino, entonces técnico del
Valencia, fue el último de una larga lista donde estaban Tito Vilanova, Paco
Herrera, Djukic, Míchel, Paco Jémez, etc. Situación que incluso provocó una
reunión de varios entrenadores con el presidente del Comité Técnico de
Árbitros, Victoriano Sánchez Arminio.
El mensaje del colectivo arbitral entonces fue pedir respeto por su
labor y evitar cualquier tipo de protestas y gestos airados en la zona de
banquillos. Daba igual que fuera de entrenadores o de otros miembros del
equipo. Y la actitud de los árbitros para la temporada que ahora empieza se
mantiene. Tienen claro que serán inflexibles con estas situaciones. Ante
cualquier alteración o protesta airada del entrenador en zona técnica, ya sea
gritando o gesticulando, será expulsado de inmediato.
Por supuesto, serán los árbitros quienes deberán calibrar dicha
reacción, porque la postura en un principio es comunicarse por el pinganillo
con el cuarto árbitro para que este aconseje al entrenador que cese en su
actitud. O incluso acercarse el propio técnico para aconsejárselo.
Pero si entienden que se trata de una protesta airada que busca
echarles al público encima generando un ambiente exaltado, la indicación del
CTA a sus colegiados es tajante: Deberán expulsar inmediatamente al entrenador.
Lo mismo cuando la actitud sea similar en el resto de personal del banquillo:
preparador físico, jugadores, delegado, etc... Es la famosa circular 5, que
dice: "Se observa que, en ocasiones, se producen protestas orquestadas de
varios miembros del equipo técnico, sin que el árbitro adopte medidas
disciplinarias. Conductas que dañan la imagen del fútbol y la autoridad del
árbitro, deben ser sancionadas disciplinariamente".
Y el código disciplinario es claro al respecto. Cualquier protesta al
colegiado, asistentes o cuarto árbitro se sancionará con suspensión de dos a
tres partidos. Esta rectitud se va a aplicar también en las protestas de los
jugadores al colegiado. En este caso se sancionará con una tarjeta amarilla.
Noticia e imagen: Diario
Marca
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