La justicia brasileña obligó parar un partido
El 'Lusa' apenas jugó 16 minutos ante Joinville pero se retiró por una orden judicial. El club, que está en el Brasileirao B, lucha en los tribunales por volver a la A.
Increíble, poco serio, triste. Póngale la descripción que quiera, porque lo que pasó en el Brasileirao B esta noche fue vergonzoso. Portuguesa visitaba a Joinville por la primera fecha del torneo de segunda división cuando, por orden judicial, sus jugadores se retiraron del campo de juego a los 16 minutos. Sí, tal como se lee. ¿Cuál fue el conflicto que desencadenó estos hechos? Recapitulemos.
En diciembre de 2013, Portuguesa peleaba el descenso con Fluminense, uno de los grandes con mayor influencia en Brasil. En la última fecha de la competencia, Portuguesa empató con Gremio 1-1, pero el Flu protestó por la mala inclusión de Heverton en el Lusa, justo el autor del gol del empate. ¿Conclusión? La Confederación Brasileña de Fútbol le quitó cuatro puntos a Portuguesa, que terminó descendiendo. Pero el conjunto de San Pablo no se quedó quieto y fue a la justicia, aunque el tribunal a cargo del caso falló en contra. ¿Resultado? Portuguesa en la B.
Claro que los dirigentes del Lusa no se dieron por vencidos y apelaron el fallo. Mientras en los pasillos de los tribunales se definía el resultado de un partido de fútbol, Portuguesa hoy tuvo que viajar a Santa Catarina para enfrentar a Joinville en el inicio del Brasileirao B y lo que sucedió parece digno de un libro de Franz Kafka. Por la tarde, un hincha de Portuguesa presentó una cautelar para anular el descenso de su club, un juez dio a lugar el reclamo y el hijo del presidente del Lusa, ni lento ni perezoso, llevó la orden al estadio y se la dio al delegado del partido, argumentando que "si no retiraba al equipo del partido, estaría incumpliendo una orden judicial...".
El delegado del partido, Laudir Zermiani, ingresó al campo de juego con el partido iniciado y notificó al árbitro de lo que estaba sucediendo. Mientras, el entrenador del conjunto paulista, al enterarse de lo sucedido, rápidamente mandó a sus jugadores al vestuario mientras los hinchas del local gritaban "¡Vergüenza, vergüenza!" y pedían que se les reintegrara el dinero de las entradas.
Ocurrido esto y teniendo en cuenta la decisión de la CBF, que no apoya la decisión de Portuguesa de regresar a la primera categoría por intermedio de una decisión judicial de este tipo, tanto el delegado del encuentro, como los árbitros, intentaron convencer, en vano, a los jugadores y cuerpo técnico de regresar a la campo de juego, pero ante la negativa, tuvieron que dar por concluido el encuentro con marcador de 0-0.
Y enterados de esto, en la CBF se manifestaron a través de un comunicado que decía lo siguiente: "Los documentos mostrados al oficial del partido entre Joinville y Portuguesa, no tienen efecto jurídico, ya que provienen de una decisión impuesta por la Tercera Corte Civil Regional Penha Forum de Sao Paulo, la cual es incompetente en este caso y convierte lo hecho en un flagrante irrespeto hacia la decisión de la Suprema Corte de Justicia, que decretó como único ente competente en el caso a la Segunda Corte de Barra da Tijuaca, en Rio de Janeiro, la cual ya había se había opuesto a este alegato en particular. Por lo tanto, lo sucedido se transforma en una falta de respeto grave a la decisión de la Corte Suprema.
Los responsables de dicha falta tendrán que pagar por los daños inflingidos. Y en cuanto a Portuguesa, cuyo equipo dejó el campo de juego, el Tribunal Superior de Deportes juzgará los hechos y actuará acorde a ellos", concluye el documento.
¿Qué pasará ahora? Habrá que esperar la decisión de la justicia y del Tribunal del Deporte. Pero más allá de la determinación final que se tome en este caso, el fútbol brasileño volvió a sufrir una mancha en el año en que organizará la Copa del Mundo...
En diciembre de 2013, Portuguesa peleaba el descenso con Fluminense, uno de los grandes con mayor influencia en Brasil. En la última fecha de la competencia, Portuguesa empató con Gremio 1-1, pero el Flu protestó por la mala inclusión de Heverton en el Lusa, justo el autor del gol del empate. ¿Conclusión? La Confederación Brasileña de Fútbol le quitó cuatro puntos a Portuguesa, que terminó descendiendo. Pero el conjunto de San Pablo no se quedó quieto y fue a la justicia, aunque el tribunal a cargo del caso falló en contra. ¿Resultado? Portuguesa en la B.
Claro que los dirigentes del Lusa no se dieron por vencidos y apelaron el fallo. Mientras en los pasillos de los tribunales se definía el resultado de un partido de fútbol, Portuguesa hoy tuvo que viajar a Santa Catarina para enfrentar a Joinville en el inicio del Brasileirao B y lo que sucedió parece digno de un libro de Franz Kafka. Por la tarde, un hincha de Portuguesa presentó una cautelar para anular el descenso de su club, un juez dio a lugar el reclamo y el hijo del presidente del Lusa, ni lento ni perezoso, llevó la orden al estadio y se la dio al delegado del partido, argumentando que "si no retiraba al equipo del partido, estaría incumpliendo una orden judicial...".
El delegado del partido, Laudir Zermiani, ingresó al campo de juego con el partido iniciado y notificó al árbitro de lo que estaba sucediendo. Mientras, el entrenador del conjunto paulista, al enterarse de lo sucedido, rápidamente mandó a sus jugadores al vestuario mientras los hinchas del local gritaban "¡Vergüenza, vergüenza!" y pedían que se les reintegrara el dinero de las entradas.
Ocurrido esto y teniendo en cuenta la decisión de la CBF, que no apoya la decisión de Portuguesa de regresar a la primera categoría por intermedio de una decisión judicial de este tipo, tanto el delegado del encuentro, como los árbitros, intentaron convencer, en vano, a los jugadores y cuerpo técnico de regresar a la campo de juego, pero ante la negativa, tuvieron que dar por concluido el encuentro con marcador de 0-0.
Y enterados de esto, en la CBF se manifestaron a través de un comunicado que decía lo siguiente: "Los documentos mostrados al oficial del partido entre Joinville y Portuguesa, no tienen efecto jurídico, ya que provienen de una decisión impuesta por la Tercera Corte Civil Regional Penha Forum de Sao Paulo, la cual es incompetente en este caso y convierte lo hecho en un flagrante irrespeto hacia la decisión de la Suprema Corte de Justicia, que decretó como único ente competente en el caso a la Segunda Corte de Barra da Tijuaca, en Rio de Janeiro, la cual ya había se había opuesto a este alegato en particular. Por lo tanto, lo sucedido se transforma en una falta de respeto grave a la decisión de la Corte Suprema.
Los responsables de dicha falta tendrán que pagar por los daños inflingidos. Y en cuanto a Portuguesa, cuyo equipo dejó el campo de juego, el Tribunal Superior de Deportes juzgará los hechos y actuará acorde a ellos", concluye el documento.
¿Qué pasará ahora? Habrá que esperar la decisión de la justicia y del Tribunal del Deporte. Pero más allá de la determinación final que se tome en este caso, el fútbol brasileño volvió a sufrir una mancha en el año en que organizará la Copa del Mundo...
Noticia e imagen: http://www.goal.com/
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