El fútbol tiende a ser ininteligible
Quizá el poema más corto que escribió Juan Ramón serviría para decirle
al mandarinato futbolístico que se deje de confundir al personal con tanto
sobreo. ¡No la toques ya más, que así es la rosa! escribió el gran moguereño y
eso podría extrapolarse como recomendación a los que manejan el fútbol. No
toquéis más un invento que se ha convertido en el mayor espectáculo del mundo a
través de su siglo y pico de existencia.
Nuevamente cambian cuestiones del reglamento que llevan la confusión a
las gradas. Si ya de por sí, el fuera de juego es un problema enorme para el
ojo humano, un verano sí y al otro quizás también retocan la filosofía para que
la norma sea un galimatías incluso para el encargado de juzgarla. El fuera de
juego, de por sí complicado de ver, no puede variar cada vez que se reúnan los
mandarines porque luego tampoco se encargan de poner el altavoz que aclare las
cosas.
En el curso pasado técnicos avispados le sacaron fruto a una variación,
la que decía que, aun distrayendo al portero, si el delantero no intervenía el
lance era legal. Aunque estuviese en el mismísimo regazo del portero, la jugada
era legal. De esa forma hubo equipos que le sacaron jugo al invento para cabreo
del aficionado ignorante de la innovación. Ahora se vuelve a lo de antes y esperemos
que también vuelva a la realidad ese aficionado que se enteró tarde de lo
anterior.
Más variaciones, como que el córner se equipare al penalti en cuanto a
que pueda botarse aun con el tiempo cumplido o que la mano sea mano sólo cuando
sea voluntaria, que es como era y debió ser siempre. Junto a estas obviedades
que tan mal dejan a los que en su día las alteraron, la buena nueva
del spray y la insistencia en perseguir las muestras de racismo por
ese árbitro al que insultan despiadadamente sin tener un solo resorte
defensivo. ¡No lo toquéis más, que así es el fútbol!
Artículo escrito por Luis Carlos Peris en el Diario de Sevilla
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