Fútbol, psicología y otras disciplinas
Para comprender cabalmente el fútbol se debe partir de los conocimientos que nos proporciona la psicología, entre otras disciplinas.
El fútbol ha adquirido
en los últimos cincuenta años una importancia fundamental en la sociedad, como
lo confirman las observaciones realizadas por Norbert y Dunning: “Rivaliza con
el sexo como tema recurrente y frecuente frente a otros de interés y debate
dentro de los temas que manejan los círculos de varones en las sociedades de
todo el mundo.” “Es tan importante como muestra de poder que se ha usado el
boicot deportivo como arma en las relaciones geopolíticas.” También el
sociólogo inglés Kitchin eleva al fútbol a la categoría de “el único idioma
mundial aparte de la ciencia.”
Los comentaristas de los
medios hablan de estrategias, preparación física, motivación, reflejos, juego
de conjunto, propuesta del equipo, coordinación, jugadas de pizarrón, apoyo de
la afición, liderazgo, resistencia y velocidad de los jugadores, manejo de los
tiempos, capacidad para reaccionar cuando se va perdiendo, reclamos al árbitro,
aprovechar los errores del equipo contrario, concentración, agresividad bien
entendida, violencia, conflictos entre los jugadores, los directivos o el
cuerpo técnico, mantener el ritmo, oportunidad, continuidad de las jugadas,
experiencia, edad de los jugadores, etc.
Todas estas variables y
otras más han sido estudiadas cuidadosamente por los especialistas en la
psicología del fútbol, se mencionan algunas a las que se les da mayor importancia: Cohesión grupal, efectos de la audiencia cuando se juega en casa,
efectos de los medios masivos de comunicación, agresión y violencia dentro o
fuera de las canchas, autoestima y rendimiento del futbolista, rehabilitación
de lesiones, asesoría al cuerpo técnico, aplicación de técnicas motivacionales,
liderazgo, manejo adecuado del autoconcepto, prevención de adicciones, el
fenómeno del uso de sustancias prohibidas, etc.
Los aspectos
fundamentales que aborda el estudio psicológico del fútbol son múltiples por la
gran cantidad de variables económicas, sociales, políticas, culturales,
educativas, etc., relacionadas con la práctica de este deporte, sobre todo
cuando se trata el fútbol profesional. Pero, independientemente de la visión
del fútbol como negocio que sustenta la FIFA (Fédération Internationale de
Football Association), existen cuestiones, factores o circunstancias
inseparables de cualquier encuentro deportivo:
- RESISTENCIA: alta tolerancia a la frustración, motivación interna, concentración de la atención, mecanismos psicofísicos de recuperación, autoconfianza y autodisciplina.
- COMBATE: regulación temperamental, persistencia, pensamiento táctico, velocidad de reacción alta, percepción visual y tolerancia psíquica al dolor.
- FUERZA RÁPIDA: control del stress, coordinación psicomotriz, velocidad de reacción, valor-decisión y aspiración de logro (triunfo).
- DEPORTES CON PELOTA: pensamiento táctico, concentración y distribución de la atención, coordinación psicomotriz, empatía grupal, control emocional y control de la ansiedad.
- COORDINACIÓN Y ARTE: coordinación psicomotriz, capacidad de representación ideomotora, persistencia, control emocional, alta concentración en la atención y valor-decisión.
El fútbol es un deporte
de conjunto con pelota cuya práctica requiere desarrollar las habilidades deportivas enunciadas. Según Riera, “el fútbol pertenece a la categoría de
deportes con oposición y colaboración donde cada jugador, el balón, los
contrincantes y los compañeros forman parte de la interacción deportiva a
manejar y conocer lo más posible, para lograr los resultados esperados.”
Resulta lógico
considerar que el triunfo o la derrota de un equipo de fútbol puede estar determinado por las siguientes condiciones, conforme al criterio de Krivenko:
alto grado de preparación y entrenamiento, sentirse bien el día del partido,
suficiente experiencia y participación en competencias, exitosa participación
en los partidos, comprensión mutua y unidad dentro del equipo, conocimiento del
contrario y valoración correcta de sus fuerzas y posibilidades, comportamiento
del entrenador: tranquilo, seguro y con autoridad.
Artículo escrito por Miguel Ángel Martínez Ruiz en La Voz de Michoacan
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