El árbitro no se equivocó
Casi todos los jugadores de Primera pueden contar una historia de crackcuando eran niños entusiastas. Y Marcos Acuña, ese zurdo que ahora regala alegrías en Racing, tiene la suya. Al frío de Aluminé hay que viajar, en la provincia de Neuquén, en el año 2002. Olimpo de Zapala juega contra un elenco local por un torneo regional. El partido es parejo hasta que la agarra un volante por izquierda y hace lo que quiere con la pelota. Gambetas, goles, disparos desde afuera (en esa edad en la cual son pocos lo que levantan el balón del piso) y personalidad. El hoy jugador de Racing encara con la pelota dominada y cuando pasa por el costado del árbitro escucha un pitazo. El niño no entiende qué se cobra. El juez para el balón con el pie derecho y pregunta: “¿Cómo te llamás, pibe?”. Acuña contesta y el juego se reanuda. Cuando el resultado ya es historia, el técnico de Olimpo le consulta al árbitro porqué detuvo el juego. “Le pregunté el nombre al zurdo y lo anoté. Yo no entiendo mucho de fútbol, pero este pibe llega a Primera”, respondió. “Ese es un lindo recuerdo de mi niñez. Siempre tuve la ilusión de jugar en un club como Racing”, le explica Marcos Acuña a Clarín.
Noticia e imagen: http://www.clarin.com/
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