"Cuando empecé a arbitrar me decían que me fuera a fregar, ahora me respetan mucho"
Ser árbitra aún es una rareza en un mundo muy masculino: solo hay 7 mujeres en Aragón frente a unos 400 hombres. Marta, de 34 años, es árbitra desde 2002. Pita partidos masculinos de 3ª División y como asistente en 2ªB, y es internacional en fútbol femenino desde hace tres años. Pitó la última final de la Copa de la Reina (Barcelona-Athletic de Bilbao, en junio), el partido de fútbol femenino más importante de España. Y ha arbitrado numerosos partidos internacionales femeninos en campeonatos de Europa y Champions League.
En España hay árbitras en categorías inferiores y hasta 3ª División, como Marta. Esta temporada por primera vez ha accedido una árbitra como asistente a 2ª División. En otros países también hay árbitras en la máxima categoría. En Alemania, aún continúa la polémica por elenfrentamiento hace unos días de Pep Guardiola con Steinhaus, la única árbitra asistente en la Bundesliga. Marta no puede seguir subiendo de categoría, porque para los nuevos árbitros de 2ª o 1ª en España se establece un tope de edad de 30 años.
Cómo empezó
¿Cómo se le ocurre a una chica de 21 años hacerse árbitra? A Marta siempre le ha gustado el deporte y había jugado a fútbol de forma no profesional. "Un día, un compañero de trabajo me avisó de que había un curso para árbitros. Me apunté, probé y me gustó. Aunque los inicios fueron difíciles y lo pasé mal. En los primeros partidos me confundía en alguna decisión, porque sentía mucha presión, y en algunos campos no era bien recibida. Luego, poco a poco, he ido aprendiendo, ganando madurez y el respeto de compañeros, jugadores y público. El arbitraje es una forma de vida, me llena mucho y me ha formado como persona", reflexiona.Su agenda está muy llena. Marta trabaja y estudia, "porque una árbitra no puede vivir de esto". Ella trabaja en una empresa de iluminación de Cuarte, estudia un grado superior a distancia de comercio internacional, estudia inglés y acude a diario al gimnasio para estar en forma para los partidos. Los fines de semana suele pitar unos tres partidos: dos de fútbol base y uno de Tercera. Y varias veces al año, cuando le convoca la FIFA, viaja al extranjero para pitar partidos internacionales. Con el arbitraje gana entre 3.000 y 6.000 euros al año. La cantidad varía mucho, porque depende del número de partidos. Las árbitras no tienen un sueldo fijo.
"Ser árbitra es un gran esfuerzo, pero a mí me compensa, me gusta mucho. Para los viajes al extranjero gasto días de vacaciones o recupero las horas a la vuelta.Yo soy una privilegiada porque mi jefe me apoya y me facilita mucho las cosas", apunta. Y en su tiempo libre, le encanta ver partidos, tanto de fútbol regional como encuentros de fútbol femenino en la tele.
"Al fútbol femenino le falta reconocimiento y visibilidad. En categorías inferiores hay más chicas jugando. Si se potencia el fútbol femenino, avanzará también el número de entrenadoras y árbitras. Espero dentro de unos años haber aportado mi granito de arena y que haya 50 o 100 árbitras en Aragón", apunta. Mientras, Marta quiere seguir pitando muchos partidos y sueña con llegar a los Juegos Olímpicos o a la final de un Mundial.
Mujer y deporte
Marta Frías participó este martes en una mesa redonda bajo el título "Necesitamos más mujeres entrenadoras y árbitras", con Luis Duró, presidente del Comité de Árbitros, y Elena Lahoz y Elisa Gómez, de la Fundación Juntos Crecemos y la Federación Aragonesa de Baloncesto.Durante esta semana hay distintas mesas redondas y actividades en el centro cívico Sánchez Punter de San José y en la Casa de la Mujer, dentro de las jornadas "Mujer y deporte", organizadas por el Ayuntamiento de Zaragoza. La semana culminará con la celebración de la Carrera de la Mujer el domingo.
Noticia e imagen: http://www.heraldo.es/
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