¿Cómo funcionan las puntuaciones a los árbitros?
La temporada 2014/15 terminó este fin de semana con la disputa de los últimos playoff de ascenso a Segunda y Segunda B que han confirmado, no sólo los equipos que formarán cada categoría, sino también sus árbitros.
Los colegiados viven, de forma paralela a los clubes, su propia Liga y este año ha habido triunfo salmantino: El colegiado de Ponferrada José Luis González González ha sido el mejor árbitro de Primera División (9,54 puntos de media) sin ni siquiera ser internacional, mientras que el salmantino José María Sánchez Santos ha sido nombrado mejor asistente de la máxima categoría. La otra cara de la moneda la han puesto los hermanos Teixeira Vitienes, que han descendido como los peores colegiados de Primera División.
Así funciona. Los árbitros españoles ascienden o descienden en función de la puntuaciones que los informadores les otorgan en cada partido. Un arbitraje normal, sin errores, suele desembocar en una puntuación de 8,3 u 8,4. A favor del árbitro -para aumentar la puntuación- juegan factores como su personalidad para controlar los partidos, la condición física, el criterio y la importante o dificultad del partido. Por el contrario, su puntuación puede verse mermada por errores técnicos.
El presidente del Colegio de Árbitros de Salamanca, Javier Gómez García, es también informador en partidos de Segunda B, Tercera, Regional y Provincial, y explica: "Un error técnico puede bajar la puntuación a 7,9. Si ya son dos errores suelen ser notas de 7,8". Gómez García está convencido de que "en contra de lo que se dice, a los árbitros se les castiga más que a los jugadores" y pone un ejemplo: "Si un árbitro comete dos errores gordos en un año lo sentencian, pero qué jugador no falla un par de goles claros a lo largo de la temporada y no pasa nada", se pregunta.
En Salamanca hay un grupo de informadores -generalmente ex árbitros- con ocho responsables para los partidos provinciales y regionales y uno para Primera y Segunda División: el veterano Félix Sánchez Marcos. "Todos los partidos de Primera, Segunda y Segunda B tienen un informador en la grada, mientras que los partidos de una provincia se intentan cubrir al máximo, pero no es posible ver todas las actuaciones de todos los árbitros", explica Gómez García. "Los árbitros no suben por caerle bien al presidente, sino por un continuo examen al que se someten desde mediados de julio, tanto en partidos como en controles periódicos".
El salmantino Alfonso Vicente ha sido el mejor árbitro de Castilla y León en Segunda B, pero no logra el ascenso a Segunda puesto que no hay vacantes para castellanoleoneses en la división de plata.
La temporada en el fútbol provincial salmantino ha concluido con el colegiado Jorge Lorenzo al frente de la clasificación de árbitros charros. Por detrás de él han terminado Beneitez, en segunda posición, y Raúl Sánchez como el tercero mejor árbitro de la provincia.
Noticia e imagen: http://www.lagacetadesalamanca.es/
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