Qué Pitarías: ¿Puede rematar un jugador un libre indirecto que él mismo ha lanzado después de que rebote en el palo?

Sabemos que para que un libre indirecto se convierta en gol el balón tiene que ser tocado por otro jugador antes de entrar en la portería. Pero, ¿qué ocurre si la falta va al palo y el lanzador quiere rematar el balón rechazado?

La número 13 de las Reglas de Juego de FIFA apunta a los distintos tipos de tiros libres, y cuando se habla del libre indirecto, se explica textualmente que tras la señal del árbitro y el lanzamiento de la falta:

"Un gol será válido solamente si el balón toca a otro jugador antes de entrar en la meta. Si un tiro libre indirecto entra directamente en la meta contraria, se concederá saque de meta si un tiro libre indirecto jugado entra directamente en la propia meta, se concederá un saque de esquina al equipo contrario"

Por tanto, la ley nos dice que hasta que otro jugador no toque el balón, la jugada no podrá acabar en gol. Pero, ¿qué ocurre si el lanzador del tiro libre indirecto es el que trata de rematar después de haber puesto en marcha el juego y que el balón rebotase en el larguero o los postes? ¿Puede rematar y acabar la jugada en gol?

La respuesta es negativa. Aunque el balón está en juego en el momento en que el lanzador lo golpea, este no puede volver a contactar con el esférico hasta que antes toque con otro futbolista, sea del mismo equipo o rival. El hecho de que su lanzamiento haya rebotado en los postes o el travesaño no invalida esta situación. En cualquiera de los dos casos (sea el tiro libre directo o indirecto), se sancionará con un tiro libre indirecto al jugador que juegue el balón por segunda vez antes de que lo haya jugado un compañero o contrario; el tiro libre se lanzaría desde el lugar donde toque  el balón, a menos que se encuentre en él área de meta, en cuyo caso se lanzará desde la perpendicular de la línea frontal del área de meta, por el sitio más próximo a donde hubiera tocado el balón. Cabe añadir que el jugador no se le sanciona por intentar jugar, sino por jugar; es decir, si no toca el balón aunque lo intente no será infracción a la regla.

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