Eiriz Mata, árbitro y Guardia Civil
Rubén
Eiriz Mata, gallego de 36 años (La Coruña, 1979) que va a dirigir el próximo
domingo el Osasuna-Real Zaragoza en el Sadar, es el juez
deportivo más especial de cuantos componen el ramillete de
árbitros del fútbol profesional español. Además de su condición de
colegiado de Segunda División, Eiriz reúne en su currículum laboral
vigente las de internacional en la disciplina de fútbol-playa y, la
más llamativa, la de agente del Grupo de Alto Rendimiento de la Guardia Civil.
El coruñés ha tardado en llegar al grupo de élite del arbitraje por las dificultades lógicas de compaginar su carrera arbitral con su destino como guardia civil en San Sebastián. Durante años, cada 15 días tenía permiso para desplazarse desde el País Vasco hasta Galicia para pitar partidos en Regional, Preferente, Tercera División... hasta que hace un lustro alcanzó la Segunda B. Ahora cumple su segundo año en Segunda División y sus cinco sentidos, mientras sigue activo en la Benemérita, es lograr el ascenso a Primera cuanto antes. El año pasado, en su debut en la categoría de plata, obtuvo la 16ª calificación entre los 22 colegiados de la división. Este año, la impresión sobre su progresión es positiva.
Eiriz, en su ramificación de árbitro de fútbol-playa (derivada de la práctica de ese deporte en su juventud en los torneos de verano en las arenas de Riazor), ha alcanzado el estatus de ser uno de los cuatro internacionales españoles en esa singular disciplina. Ha pitado tres mundiales, en Brasil, Dubái y Portugal, finales incluidas.
Pero, sin duda, lo más sorprendente de su desempeño profesional es su condición de guardia civil. Algo sin precedentes en la historia del fútbol español. Rubén Eiriz Mata, tal vez por este indeleble rol, es un juez autoritario en el campo. Un tipo que causa respeto a los futbolistas. De decisiones firmes y convencidas.
El año pasado, solo pitó un partido al Real Zaragoza: el empate a uno en La Romareda ante el Alcorcón. Este año, el de Pamplona va a ser su segunda presencia en los choques zaragocistas. La primera fue en la victoria por 2-0 ante el Elche en campo blanquillo. Nada extraño cabe apuntar de sus actuaciones previas, que discurrieron por los terrenos de la normalidad.
Noticia e imagen: http://www.heraldo.es/
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