El árbitro: características para un buen arbitraje
El árbitro es un elemento importante en el deporte, en cualquiera de sus manifestaciones, él es parte inseparable de la actividad sus apreciaciones y decisiones son las que van a determinar, acertada o desacertadamente, el resultado. El árbitro en el contexto social no siempre ha sido visto, como la persona que asume esa tarea con la intención de realizarla de la mejor manera., posible, los jugadores, entrenadores, federativos, en muy pocas ocasiones valoran con objetividad su desempeño. La prensa en su desmedido afán de informar, daña en innumerables ocasiones la imagen del árbitro. ¿Cuántas veces hemos visto a los atletas, fallar en los momentos precisos, a los entrenadores tomar decisiones equivocadas, pero no son tan fuertemente, ni en todas las situaciones censurados, como lo hacen con los árbitros?
El árbitro como ser social
merece que sea considerado en el desempeño de sus funciones, que sea visto como
la persona que va a trabajar con toda la entrega y preparación que conlleva su
misión, la de que el evento se desarrolle, dentro de las reglas establecidas,
según cada actividad, deportiva.
¿Puede alguien imaginar un
partido sin árbitro? No. Sería imposible. Lo que se encuentra en juego es
demasiado importante. Pero sobre todo es un espectáculo que logra alinear a
inmensos contingentes humanos a favor y en contra de los equipos. Los estadios
se llenan, la pasión se instala en las tribunas y cada uno de los aficionados
ve lo que quiere ver, inundado por sus filias y sus fobias. Es muy difícil
encontrar al calor de los acontecimientos al fanático que reconozca que su
equipo cometió una falta, y por el contrario, es recurrente el comportamiento
de que sólo se ven infracciones en el lado contrario. Por eso y porque los
jugadores tampoco suelen reconocer sus golpes, manos, barridas por la espalda,
se requiere de un árbitro. Por supuesto, los árbitros en ocasiones se equivocan,
pero el juego sería imposible sin ellos.
Es por esto que queremos
mediante este artículo, dar a conocer qué es un árbitro desde su concepto
integral, cómo surge, cómo se forma, cómo se desarrolla, sus funciones
fundamentales basadas en vivencias objetivas de estos personajes anónimos, que
son indispensables en el mundo deportivo.
Nuestra primera reflexión,
¿el árbitro nace o se hace? Cuando empezamos a respondernos esta pregunta
tenemos que analizar que el árbitro se va formando de forma empírica en
situaciones, porque sus posibilidades, físicas y técnicas no le permiten ser parte
de los equipos del deporte que él practica y opta por colaborar para continuar
dentro del deporte en funciones de árbitro, puede haber otras causas pero, no
comparto la idea de que los árbitros se forman, después que terminan como
atletas, y revisemos ¿qué? , obviamente esto no es absoluto porque estos casos
son los menos. Considero que el árbitro puede surgir de una captación
induciéndolo, sus compañeros de equipo, amigos, hasta el mismo entrenador a que
realice esta función, ya que le ven condiciones temperamentales y de algunos
conocimientos de las reglas de juego en su desempeño, por problemas
económicos, u lo que sí es cierto, es que el árbitro se forma con el trabajo
diario (técnico, físico, táctico y psicológico).
La actividad arbitral, al
igual que la del jugador, requiere la posesión de concretas aptitudes físicas y
exige una particular calificación constantemente actualizadas.
Trataremos de exponer, las
características más significativas que debe poseer un buen árbitro.
Inteligencia.
Vale decir, que es el amor a la profesión unido a la capacidad intelectual, que garantizan la tarea de ser árbitro, además es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema.
Vale decir, que es el amor a la profesión unido a la capacidad intelectual, que garantizan la tarea de ser árbitro, además es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema.
Tolerancia
El árbitro debe ser una
persona, dotada de tolerancia, para poder, saber escuchar, aceptar y entender
las diversas situaciones y actitudes que se producen en los diferentes niveles
de juego y la tensión que manifiestan los deportistas y su entorno, en su
desempeño.
Ser un profesional
La preparación arbitral
exige un esfuerzo y una planificación constantes; ya que por muchas habilidades
innatas que se tengan, si no se potencian a través del trabajo y el
entrenamiento, se acabarán perdiendo. Un árbitro mal preparado tiene el
convencimiento de que va a fracasar, aunque intente esforzarse al máximo, su
esfuerzo es ineficaz, sufre, se le hacen largos los partidos y se siente,
perseguido y agobiado. Por el contrario, la preparación crea hábitos, el
esfuerzo se ve recompensado y el trabajo se realiza sin tensión. Pero además
debe trabajar técnicamente, profundizando en el conocimiento del juego en que
participa, tanto en lo relativo a las reglas, como en los aspectos técnicos y
tácticos del mismo. Todo ello, complementado con el análisis de las propias
actuaciones y el establecimiento de planes de mejora en aquellos aspectos en
que sea necesario, incidir en especial.
Imagen
El árbitro en su
desarrollo debe irse creando una imagen, (personalidad) que lo represente en su
accionar, tanto desde el aspecto físico como, cognoscitivo de modo que solo con
su presencia, inspire respeto y credibilidad en su desempeño. Obviamente, crear esta
imagen no es solo apariencia sino, demostrar que la misma ha sido concebida por
su entrega y dedicación a la actividad que realiza.
La ética
El árbitro como factor
aglutinador y rector de un proceso, llámese actividad deportiva (juego) debe
expresar esta cualidad en su más alta expresión en cada una de las situaciones
que se le presenten en los partidos y ser capaz de conducir el juego, sin
manifestar, malicia o demasiada bondad, tiene que ser capaz de mantener en el
desempeño de sus funciones, óptima calidad e imparcialidad.
Desde el punto de vista laboral
El reglamento: El reglamento de juego
debe ser un libro de cabecera, para el árbitro, estudiando todos los días las
reglas de juego, de esta forma en cada lectura interpretará mejor la manera de
aplicar las reglas correctamente.
Toma de decisiones: La decisión es la
capacidad de definir con justicia la situación percibida.
Antes del juego: Se debe, dedicar un tiempo a
reflexionar sobre las posibles estrategias de actuación, esto con el grupo
arbitral, y tras su evaluación adoptar decisiones sobre, la línea de trabajo a
seguir, y continuar destacando aquellos puntos de atención más importantes a
tener en cuenta.
La toma de decisiones,
anterior al juego, que es colegiada, entre el grupo arbitral, va a permitir al
árbitro salir al juego, preparado psicológicamente para afrontar el reto de la
competición, con una buena motivación, para poner en práctica las actuaciones
que se le piden, una buena percepción de control, porque ha sido partícipe de
tales decisiones y una buena dosis de confianza, porque se cree capaz de
llevarlas a cabo.
Durante el juego: Las decisiones, adquieren
un papel determinante, (a diferencia de la toma de decisión antes del partido),
estas se definen en un margen de tiempo muy limitado, no hay cabida a la
reflexión; estas solo pueden ser tomadas por el árbitro individualmente, muy precisas,
casi automáticamente, es por eso que el entrenamiento y la automatización de
determinadas decisiones son los recursos que nos van a permitir, afrontar,
dicho reto con las máximas garantías de éxito. Por esto la disposición
psicológica del árbitro (anticipación-automatización-focalización de la
atención), son muy importantes para una buena toma de decisión.
Después del juego: Valorar, con su grupo
arbitral, con el observador, viendo el video del partido, el análisis y la
actuación.
Justicia: El árbitro no debe, bajo
ningún concepto, en su desempeño, dejar de aplicar con justicia lo que
corresponda en cada situación, de la misma manera para ambos contrincantes.
Debe estar preparado, ante las continuas protestas, que puedan acabar,
influenciando en su desempeño arbitral.
Consistencia: La preparación del árbitro
debe conllevar la integridad de sus funciones; en ningún momento, debe dejar de
ser consistente en sus decisiones: lo que es una sanción o una violación para
un equipo es para el otro y esto se debe mantener durante todo el juego.
Auto-confianza: El árbitro, durante el
desarrollo del juego, debe establecer una buena relación con los otros árbitros
(grupo arbitral), actuar con decisión, y rapidez, mostrar un buen dominio y
control emocional, aunque el juego se manifieste tenso, y con gran presión
entre ambos equipos por la importancia del mismo. Los estilos de comunicación
interpersonal y el control emocional son variables importantes para un
arbitraje de éxito.
Motivación: El árbitro, debe
prepararse siempre para el partido que va a trabajar, desde todos los órdenes
que esto conlleva, aplicar las reglas de juego, sancionar las conductas que
incumplan las reglas. Pero debe siempre estar motivado y disfrutar de la
competencia, demostrar que su función es digna.
La misión del árbitro es
tan solo actuar con carácter punitivo y sancionador, él es un elemento necesario
en el deporte de competición.
Artículo de Efdeportes
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