Mujeres se abren paso en fútbol masculino, sorteando insultos y sexismo
Segundo tiempo. Pierna fuerte, viene el pitazo y se
cobra falta. “Vete a la cocina”, le reclama el sancionado a Melany Bermejo,
árbitra peruana FIFA. Es lo más suave que le han dicho. Como muchas de sus
colegas en el mundo, las árbitras se abren paso en fútbol, sorteando insultos y
sexismo aún controlada por hombres.
Si bien son centrales en torneos femeninos, la
mayoría de árbitras FIFA, como Melany de 37 años, dirigen como máximo
partidos de segunda división masculina. Sólo son jueces principales en duelos
de reserva. En primera división, lo máximo que consiguen es ser jueces de línea
o “cuarto árbitro”.
En América Latina, entre las excepciones están la
uruguaya Claudia Umpierrez, que acaba de debutar como árbitro de primera de
hombres en febrero de este año, mientras que las venezolanas Emikar Caldera y
Yersinia Correa ya lo hacen desde hace unos tres.
Fuera de esta región, apenas figura Gladys Lengwe
en Zambia y se espera que Kateryna Monzul pueda hacerlo pronto en Ucrania. El
resto aún batalla por seguir ascendiendo.
Primero deben vencer las pruebas de exigencia
física que usualmente los varones consiguen superar, sobre todo relacionadas a
la velocidad y rendimiento que establecen FIFA y Conmebol.
“La prueba internacional de varones es muy exigente
y lo digo porque la he vivido en carne propia”, explicó a la AFP Bermejo, quien
es árbitra hace 10 años y en sus ratos libres enseña educación física
en un colegio de Lima.
“El fútbol masculino es más rápido y los
futbolistas son más dotados, ya que muchos de ellos comienzan a jugar desde
niños”, admite por su parte Loreto Toloza, árbitro asistente de Chile, de 32
años.
La FIFA tiene registradas 720 árbitras (324
jueces principales y 396 asistentes), además de 30 en futsal y 2 en fútbol
playa, según datos oficiales del organismo rector enviados a la AFP.
Aunque la de menor número de miembros, la Conmebol
es la única confederación cuya totalidad de asociados (10) tiene mujeres réferi
en sus filas.
Pero las mujeres aún deben recorrer un largo camino
en muchos países. De las 209 federaciones, 60 no tienen en sus filas árbitra
alguna, es decir, el 28,7% del total, de acuerdo con los datos de la FIFA.
– De
insultos a cortejos –
En México, la primera mujer que dirigió un partido
en primera fue Virginia Tovar en 2004. Un debut que se vio opacado cuando el
ídolo Cuauhtémoc Blanco le espetó “ponte a lavar platos”.
“Tienes que hacer el doble de esfuerzo en
comparación a un hombre”, dice Lixy Enríquez, árbitra mexicana asistente,
de 42 años. Cuenta que, irónicamente, desde las tribunas quienes más las atacan
son las propias mujeres. “Los hombres gritan piropos como: ‘Yo me quiero llevar
a la asistente'”, detalla.
La referí argentina Salome Di Iorio, recuerda que
la palabra árbitra fue aceptada por la Real Academia Española en
2001. De niña jugaba fútbol y le decían: “¿Qué podés saber de fútbol si sos
mujer?”. Así que se cansó y se anotó en un curso de arbitraje, cuenta.
Como jueza se ha enfrentado a escupitajos. Otros
avezados jugadores, mientras anotaba los cambios, le pedían también que ‘anote’
sus números de teléfono. Aún está vivo el recuerdo de Florencia Romano, la
argentina cuya madre quería que fuera modelo y ella eligió ser árbitro. En 1996
protagonizó una huelga de hambre para exigir su inclusión en la nómina de
árbitros profesionales, mientras el entonces presidente del fútbol argentino,
Julio Grondona, decía que no era sensato que una mujer arbitre.
También han pasado temor. “Un jugador se me vino
encima por un fallo que no le gustó (…) Siempre está el temor de que algún
insensato quiera hacer algo así. Hay que estar lista para correr”, confiesa
entre risas la nicaragüense Tatiana Guzmán, de 28 años.
– Hombres no
se adaptan –
Para Johanna Vega, otra jueza peruana, “algunos
jugadores no quieren y no se adaptan” a la idea que una mujer los dirija,
discriminándolas a veces con insultos y calificativos machistas. “Yo entro al
campo muy seria, tú tienes que ser hasta psicóloga dentro del campo para evitar
este tipo de cosas”, explicó a la AFP la réferi.
El presidente de la Comisión de Árbitros de Perú,
Julio Arévalo, descarta que haya discriminación, y aseguró que si alguna supera
las pruebas que piden la Conmebol y FIFA dirigirían de central.
“Por ahora están en el ámbito del fútbol femenino y
juvenil o en las reservas o fútbol del interior en los campamentos masculinos
mayores. Esa es en principio la recomendación de FIFA”, considera por su parte
Carlos Coradina, director de la escuela de árbitros en Argentina.
La peruana Bermejo y la chilena Toloza sueñan con
arbitrar en primera división. “Son más estrictas que los varones”, dice
Bernardo Corujo, presidente de la Comisión de Árbitros en Venezuela.
Mientras tanto, siguen enfrentando la reacción
furibunda incluso de la prensa. En marzo, un comentarista deportivo mandó a la
jueza peruana Yelier Flores a “vender zapallos”. Lo despidieron.
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