Cuento de Fútbol: Mágico González


Una nueva entrega de las narraciones literarias de nuestro colaborador Ricardo Vides Zamora:
MÁGICO GONZÁLEZ
Hijuelmaiz te has metido en el corazón de millones de vidas, mono cabrón y chuña tecniqueando con pelotas cosidas por Don Chepito. Tu mamá fue tu mamá y las polvosas de la Colonia Luz; Cuchara, Bruja, muchacho atrevido le hiciste en el alma la culebra machetada a millones de ojos y al que se te ponía enfrente: a la vendedora de chuco, al sereno, al que vende diarios, a los mejores defensores que te marcaron, y todavía sueñan que se las tiras larga, vos para un lado y ellos a comprar al mercado.
Los salvadoreños tenemos un cachito de fama por lo que fuiste, por la melcocha que le ponías al balón, por los micos y pericos que dejaste prendidos en el asombro; que le pongan Jorge al niño, tal vez sale como vos. Cachanflaca me haz echo feliz sin haberme invitado a la fiesta, gambeteando de cerca o a la distancia hasta sacarme de quicio la emocionante alegría de mis lágrimas… ¿Qué tenías en las dos patas  que te volviste necesario domingo a domingo para nosotros los pobres, que nunca hemos  ganado nada?.
Sós el hijo que nos honra aunque no seamos tus tatas,  regresás en los recuerdos y seguís haciendo sombreros increíbles (levantar desde el suelo y pasar la pelota por arriba de la cabeza) hasta a los que no gozaron en vivo y a todo color tus maniobras y malabares.  
La buena hierba nunca muere, pero vendrá Doña Calaviuza y nos harás un túnel a todos nosotros cuando te lleve al juego de contar estrellas…
Brinque quien brinque: Dios te bendiga para siempre cipote  lombrizoso.


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