Ourense: Amenazas, insultos y escupitajo
Dos
colegiados tuvieron que suspender sus partidos. Uno de ellos por temer por su
integridad y reitaradas amenazas e insultos. La otra colegiada por la tensión
fruto de tres expulsiones.
La jornada de fútbol en Ourense dejó dos partidos que tendrán que
jugarse en fechas venideras fruto de la suspensión que decretaron los
colegiados de cada partido. El primero de ellos sucedía en el Piñeira Seca-A
Merca. La joven colegiada Uxía Boimorto aplazaba el partido tras la tensión
acumulada durante los primeros cuarenta minutos de juego.
Las continuas protestas, que después de tres expulsiones, iban
creciendo de los jugadores del A Merca hicieron que la colegiada se angustiase
y se marchara llorando al vestuario. Anselmo Boimorto, informador arbitral para
el Colegio de Árbitros de Ourense, estaba presente en el partido. Entre los dos
entrenadores, el informador y algún jugador intentaron tranquilizar a la árbitro.
Esta decidió que no estaba en condiciones y desechó la opción de reanudar el
encuentro.
El Carballeira-Allariz B fue el otro partido de la jornada que tuvo que
suspenderse. El colegiado Marcos Fernández decidió tomar esta medida ante los
insultos, críticas y el descontrol de los jugadores del Carballeira. Cuando se
dirigía para el túnel de vestuarios del campo de Oira un jugador del
Carballeira le escupió a la cara.
"Hubo una falta que no pité que un jugador del Carballeira me recriminó, llamándome hijo de puta y demás insultos. Lo expulsé y de repente el segundo entrenador empezó a protestar a la altura del medio campo. Vino hacia mí y en mi cara me insultó. También lo expulsé. Pité otra falta y otro jugador me dijo que me iba a matar. Y me vi obligado a expulsarlo. Me rodearon, me empujaron y paré el partido. Me giré un momento y otro jugador me escupió en la cara. Fui al vestuario y llamé a la Policía Local. Son unos impresentables, pero esto es fútbol", relata el colegiado ourensano.
"Hubo una falta que no pité que un jugador del Carballeira me recriminó, llamándome hijo de puta y demás insultos. Lo expulsé y de repente el segundo entrenador empezó a protestar a la altura del medio campo. Vino hacia mí y en mi cara me insultó. También lo expulsé. Pité otra falta y otro jugador me dijo que me iba a matar. Y me vi obligado a expulsarlo. Me rodearon, me empujaron y paré el partido. Me giré un momento y otro jugador me escupió en la cara. Fui al vestuario y llamé a la Policía Local. Son unos impresentables, pero esto es fútbol", relata el colegiado ourensano.
Noticia e imagen: La Región
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