De refugiado a árbitro
El fútbol es siempre una cuestión positiva, siempre y cuando no se
hable de barras bravas, absurdas disputas entre jugadores, o añejas peleas
entre clubes. Y resulta que es tan positivo que puede incluso
superponerse a la guerra misma. Un ejemplo de ello lo constituye la historia de
Ammar Sahar, un refugiado sirio que a tan sólo un año de su llegada a
Alemania, está en camino de lograr uno de sus sueños: poder arbitrar algún día
en la Bundesliga.
Sahar, quien tiene 27 años, ha empezado a dirigir partidos en la
sexta división alemana. Aunque es su primera experiencia en Europa, Sahar
llevaba arbitrando ya más de 10 años en su país de origen, lo que lo convierte
en todo un experto.
“Espero llegar algún día a la Bundesliga. Trabajo muy duro para
progresar y subir de categoría en el fútbol alemán, con la meta puesta en la
primera división. La Bundesliga es una de las mejores ligas de Europa y del
mundo, al mismo nivel que la española y la inglesa”, ha comentado el
propio Sahar.
Noticia e imagen: Mundiario
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