Carta de un árbitro
“Este fin de semana me pasó un
detalle que ha ocupado mi cabeza desde entonces. Por lo que voy a compartirlo.
Este sábado por la mañana me
levanté como de costumbre para hacer una de las cosas que más me gusta,
arbitrar. Nada más llegar al campo de fútbol, por mi personalidad alegre,
saludo a amigos y conocidos de este mundillo del fútbol. Entre ellos, a los dos
entrenadores, con los que he ido cogiendo confianza a base de encuentros, ya
que son dos técnicos muy experimentados.
Yendo al grano, cuando me
disponía a salir para pasar la correspondiente revisión de licencias e
indumentaria a los niños, para mi sorpresa, estos dicen su nombre y apellidos
acompañado de un tierno y sincero: “Buenos días!”
Además, al terminar el partido,
estos pequeños futbolistas se despiden de mí en el terreno de juego estrechando
la mano como caballeros y con un sonoro: “Felices Fiestas arbi!”
Son pequeños detalles que, aunque
no debería, llaman la atención, ya que en los tiempos que corren estos modales
brillan por su ausencia. Además, cabe resaltar que los equipos son dos escuelas
de fútbol. ¿Tendrá algo que ver eso?”
¿Y SI EN VEZ DE TANTO FÚTBOL
CREAMOS ESCUELA?
Noticia e imagen: Sindicato de árbitros
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