La Psicología y el arbitraje
La labor arbitral comprende parte de lo que se considera la “esencia del fútbol”, y es que el factor humano que aporta el árbitro, implica la circunstancia en la que éste, se puede desempeñar acertadamente o cometer errores que puedan llegar a trascender en el resultado de un encuentro futbolístico. Esta circunstancia apreciada, valorada, criticada incluso rechazada por quienes están involucrados de alguna manera en el apasionante mundo del fútbol, ha llevado a que el tema de la preparación mental en el arbitraje sea tema de estudio e investigación tratado cada vez con más frecuencia.
La capacidad de decisión es uno de los principales recursos con los que
el árbitro cumple su tarea, que debe contar además con una buena capacidad de
concentración, atención, seguridad, tolerancia a la frustración, perseverancia,
control emocional, entre otras cualidades que hagan del árbitro una persona con
personalidad definida y es que la objetividad en la decisión arbitral es
proporcional al estado anímico y mental, por ello la importancia de una
adecuada preparación psicológica en estrategias de autocontrol y otros recursos
que faciliten la correcta toma de decisiones.
Considerando el aspecto psicológico como perspectiva en el arbitraje,
dirigir un encuentro deportivo equivaldría a enfrentarse a algo nocivo o de
peligro potencial. El dirigir un encuentro futbolístico, implica enfrentarse al
hecho real de la crítica, amenazas, agresión verbal de la hinchada, jugadores,
técnicos, más las expectativas propias de desempeño arbitral, u otras
situaciones propias de la naturaleza humana, se convierten en factores
generadores de ansiedad, tensión, estrés que sin un control adecuado puede
llegar a provocar graves consecuencias en la salud mental de los colegiados.
Si la presión es alta ya sea por la importancia del partido o cualquier otro
factor, el nivel de competencia arbitral se verá afectado si no existen los
recursos necesarios para el control de esta u otras emociones que influyen en
el normal funcionamiento de la capacidad psíquica. El entrenamiento mental no
es una opción, es una necesidad, es un requisito cada vez más reconocido en la
preparación de los profesionales del deporte, su beneficio permitirá mejorar el
espectáculo deportivo, reducir los niveles de conflictividad dentro del campo
de juego, así como preservar la salud mental de los árbitros. El psicólogo
deportivo es una opción y la decisión está en cada uno de los protagonistas del
mundo deportivo.
Por: Franklin Ramón, psicólogo deportivo.
Fuente: Blog de Franklin Ramon
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