Y ¿por qué no añadir diez o doce minutos, por ejemplo?
Se observan en los partidos, y cada vez más frecuente, que el equipo que tiene ventaja en el marcador pierde tiempo con un jugador en el suelo, supuestamente lesionado, para que:
- El
árbitro detenga el juego para certificar que es lesión grave o leve.
- El
equipo rival envíe el balón fuera para que el árbitro determine la
gravedad de la lesión y el jugador pueda ser atendido o el juego
restablecido.
- Que un compañero, que actúa de cómplice, lance el balón fuera para que el jugador pueda ser “atendido”.
Esto trae consigo unas pérdidas de tiempo que pueden llegar a
desesperar al equipo rival y más cuando, como norma general, no se recupera
todo el tiempo perdido en las mismas.
El reglamento dice:
- Permitirá
que el juego continúe hasta que el balón esté fuera de juego si un jugador
está levemente lesionado. Detendrá el juego si algún jugador ha sufrido
una lesión grave y se asegurará de que sea transportado fuera del terreno
de juego. Un jugador lesionado no podrá ser tratado en el terreno de
juego, y no se le permitirá volver a entrar en él hasta que el juego haya
sido reanudado; si el balón está en juego, el reingreso debe hacerse por
la línea de banda; pero si el balón esta fuera de juego, puede realizarse
por cualquier línea de demarcación. Excepciones a la norma de salir el
terreno de juego son solamente cuando
·
Se lesione
un guardameta o un guardameta y un jugador de campo choquen y requieran
atención
·
Jugadores
del mismo equipo choquen y requieran atención
·
Se haya
producido una lesión grave.
·
Se lesione
un jugador como resultado de una infracción con contacto físico por la cual se
amoneste o expulse al adversario (p. ej. una infracción temeraria o con fuerza
excesiva), si la evaluación y el tratamiento se lleva a cabo con rapidez.
- Se
asegurará de que todo jugador que esté sangrando abandone el terreno de
juego. El jugador solo podrá volver a entrar tras la señal del árbitro,
quien se cerciorará de que la hemorragia haya cesado y que no haya sangre
en su equipamiento.
- Si
el árbitro autorizara la entrada de los médicos y/o camilleros, el jugador
lesionado deberá salir del terreno de juego, ya sea caminando o en
camilla; si el jugador no acatara esta disposición, deberá ser amonestado
por conducta antideportiva.
- Si
el árbitro decidiera amonestar o expulsar a un jugador lesionado y este
debiera salir del terreno de juego para recibir tratamiento, deberá
mostrarle la tarjeta antes de que abandone el terreno de juego.
- Si el juego no hubiera sido detenido por cualquier otro motivo, o si la lesión sufrida por el jugador no fuera producto de una infracción de las Reglas de Juego, se reanudará el juego con un balón a tierra.
Muchos entrenadores han manifestado que es el árbitro el que debe
decidir si parar el juego o dejar jugar en este tipo de acciones.
Es bueno fomentar el Fair-Play pero el problema surge cuando esto lo
utilizamos para aprovechar este tipo de situaciones y raspar algunos minutillos
del partido en beneficio propio.
Es el árbitro realmente el que debe de parar el juego y los jugadores
de ambos equipo lanzar el balón fuera cuando el árbitro no detenga el juego,
porque no se haya percatado de la acción, y la lesión es grave.
Y ¿por qué no añadir diez o doce minutos, por ejemplo?
Fuente: Fútbol en positivo
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