Esta jornada, los niños no jugaran por culpa de los padres violentos
Debido a la imposibilidad de cumplimiento del requisito de los
árbitros, por parte de los clubes, de garantizar la seguridad en las canchas de
fútbol con presencia policial, la jornada de divisiones inferiores de la Liga
Cultural de fútbol que debía disputarse hoy en la Zona Norte (Argentina) fue
suspendida a raíz de los hechos de violencia protagonizados por padres la
semana pasada.
Aunque los hechos violentos en el fútbol formativo son habituales en
los últimos tiempos y en diferentes torneos de todo el mundo, esta semana
recrudecieron con un par de situaciones vividas en el seno de la Liga Cultural.
Por un lado, un árbitro fue agredido por el padre de un chico de la sexta
categoría de General Belgrano, en una de las canchas auxiliares del Tricolor de
Villa Alonso.
Un día después de ese episodio, en el Polideportivo Horacio del Campo
de Toay, un padre de un jugador de Guardia del Monte agredió a otro árbitro al
término del partido, en ambos casos no había presencia policial.
Ante estos dos hechos casi simultáneos, los representantes de tres
agrupaciones de árbitros que dirigen en el ámbito culturalista (Asociación
Independiente de Árbitros Deportivos, Asociación Árbitros del Centro y Árbitros
Pampeanos Unidos) presentaron una nota a las autoridades de la Liga solicitando
mayor seguridad en las canchas donde juegan las inferiores. En donde los
colegiados expresaron que para seguir dirigiendo iban a exigir que haya
policías.
Ante ese pedido, los clubes al no poder con estos gastos adicionales
determinaron la suspensión de los partidos de esta jornada en la Zona Norte de
inferiores.
Ante la postura de los árbitros, los dirigentes de todos los clubes
norteños mostraron su predisposición para resolver este problema, pero oponiéndose a
pagar estos gastos adicionales por un tema económico.
Entre las posibilidades que se plantearon, hubo un compromiso general
para adecuar con mayor las condiciones de seguridad de las canchas auxiliares y
jugar en los estadios principales de cada club hasta que no se hagan realidad esa
adecuación.
Además, los dirigentes se comprometieron a hacer campañas de
concienciación en cada institución, incluyendo a jugadores, entrenadores y
padres con la ayuda de especialistas. Y también estuvieron de acuerdo en
hacerse cargo si existieran nuevos hechos de violencia, con fuertes sanciones
económicas o deportivas que ya están manejando desde la Liga.
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