"Carácter, cualidad fundamental para arbitrar"
Tres jóvenes árbitros vascos, Julen Escalero, Eneko Lorán y Ander
Martiarena, analizan la violencia en el futbol. Loran es el más veterano de los tres. Tiene 31 años y comenzó con 19, Martiarena,
de 19 años, lleva siete ya arbitrando, y Escalero, de 22, comenzó con 15 años y
pese a su juventud, ha cubierto su primer año en Tercera
«A nosotros nos pagan por arbitrar, no para que nos peguen», reivindica
Lorán. «Cuanto menos nivel tenga el torneo, mayor es el riesgo de que el
árbitro sufra algún incidente».
Los tres transmiten el «punto de locura» que les condujo al arbitraje
animado por algún amigo que ya era árbitro. Conforme se abre el círculo, de la
familia a los amigos, a los conocidos... y hasta llegar a los espectadores,
crece la desprotección. «En el campo te sientes como el objeto de todas las
iras», afirman. «A veces me pregunto cómo hay gente que va al fútbol, si se
pasa el partido insultado y criticando. Si lo pasa tan mal, que vaya a otro
sitio», propone Escalero. «Deberían ser los clubes los que expulsaran del campo
a esa gente, en lugar de dejar esa responsabilidad al árbitro», agrega Lorán,
que ya se ha visto en la obligación de suspender algún partido. «Alguna patada
o pisotón ya me he llevado».
Para estar preparados, «solemos informarnos de los equipos que vamos a
arbitrar», pero siempre deben sacar una cualidad «fundamental» cuando se visten
de corto, «carácter. En un partido debes tener mucho temple. Hay que mediar con
22 jugadores, los entrenadores, los delegados, el público...».
Pero, también, con la inmediatez. «Un árbitro siempre quiere acertar»,
consideran. Pero «además de hacer las cosas bien, hay que tener suerte, porque
las decisiones son inmediatas. Y la gente debe entender que, como todos, nos
podemos equivocar». En este sentido, ven «interesante» el videoarbitraje (VAR),
pero «no pueden pasar cinco minutos hasta tomar una decisión», como sucedió en
la Copa Confederaciones.
Al final, en la convivencia del árbitro con el fútbol, piden «respeto.
Si el delantero falla un gol, el público reacciona y le apoya. ¿Por qué no pasa
lo mismo con el árbitro?». Escalero va más allá. «Todos los que integramos el
fútbol, aficionados incluidos, debemos combatir la violencia con respeto y
empatía hacia el árbitro. Falta eso, empatía».
Fuente e imagen: El Diario Vasco
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