Jorge Barragán, el árbitro de las cincuenta finales
Jorge Barragán es uno de los árbitros más
reconocidos del fútbol de Junín (Argentina). En sus 16 años de trayectoria
dirigió más de cincuenta finales y un número similar de clásicos. En una entrevista, con el Diario Democracia, revivió sus experiencias y anécdotas de esos grandes momentos.
- ¿Cómo
fueron tus comienzos en el arbitraje?
- En realidad siempre me gustó el fútbol. Yo
jugaba, era zurdo, me ponían de diez y a los 13 años debuté en la primera de
Villa Belgrano. En ese partido nos enfrentamos a Jorge Newbery y tuve la suerte
de marcar un gol. Le ganamos 2 a 1. Después de Villa, cuando tenía 16, pasé a
Newbery. Y estando en Newbery surgió la posibilidad de jugar en Francia. Pero
en ese momento, mi novia de aquel entonces quedó embarazada y me tuve que
quedar. Ahí comenzó un poco a cambiar mi vida.
- ¿Cómo se
dio el paso de futbolista a árbitro?
- Sinceramente se dio por una cuestión de
necesidad. Jugué hasta los 31. En ese momento no tenía más ganas de entrenar,
al mismo tiempo tenía tres hijos y necesitaba trabajar. Tenía un trabajo pero
necesitaba algo extra y se dio la posibilidad de dirigir. Al principio no pensé
que me iba a gustar tanto. Arranqué en la liga de Junín y a los veinte días me
tocó dirigir el primer partido en primera. Es más, me acuerdo que el primer
partido que dirigí fue Newbery contra Sarmiento. Es decir que me tocó dirigir a
mis ex compañeros. Fue una sensación muy rara. Me sentí bien dirigiendo y como
había sido jugador sentí que tenía cierta ventaja, sobre todo con el trato
hacia los jugadores. Después dirigí un tiempo en Vedia y ahí arranqué con los
clásicos y las finales.
- ¿Cuántas
finales has dirigido?
- Más de cincuenta, seguro. En 16 años de
trayectoria tuve la suerte de dirigir varias finales, no sólo en Junín sino
también en toda la zona, como en Salto, en Chacabuco, en Vedia, en el Torneo Cuatro
Ligas, en Pehuajó. Además de las finales también tuve la oportunidad de dirigir
muchos clásicos. Se fue dando todo con el tiempo, siempre tuve mucho respecto
por los jugadores y creo que haber jugado al fútbol me ayudó y me ayuda mucho
para leer las jugadas que se van produciendo.
- ¿Sentiste
miedo alguna vez dirigiendo?
- No, nunca. Sí han ocurrido hechos que me han
dolido, como cuando algún conocido te insulta. Que te "putee" un
amigo duele y eso me ha pasado. Pero por suerte después he tenido la
posibilidad de hablarlo y nunca ha pasado a mayores. En Junín pasa eso, por ahí
alguno te putea y después te lo cruzás en la calle. Es una situación rara, pero
es así.
- ¿Viviste
algún hecho de violencia?
- Sí, hace dos años, en Chacabuco y en ese momento
pensé en dejar el arbitraje.
- ¿Cómo fue?
- Había una persona que era de la hinchada y firmó
la planilla como asistente, se sentó en el banco y a los quince minutos ya me
había insultado varias veces. Después de una jugada, que incluyó expulsiones,
esta persona protestó, lo expulsé y me encaró para golpearme. Me pude defender
hasta que llegó la policía. Una situación horrible, pero pasó. De todas
maneras, cada vez que me pasó algo similar nunca suspendí el partido. Eso es
algo que siempre me salió de adentro. Me han querido agredir y nunca suspendí
un partido por eso.
- ¿Cómo te
gustaría terminar tu carrera?
- Por algunas cuestiones políticas o dirigenciales,
como quieras llamarlo, nunca pude dirigir un torneo argentino, como el Federal
B, por ejemplo. Eso sería un buen final. Después creo que el arbitraje me ha
dado mucho. Tengo muchos amigos, que en definitiva es lo más importante, lo que
a uno le queda. Y después que deje el arbitraje me gustaría ser técnico. Pero
para eso falta, por ahora disfruto mucho lo que hago. Todavía me siento con
muchas ganas.
Entrevista completa e imagen: Diario Democracia
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