“Le saqué la roja, me dio una patada en la cara”
El árbitro Aritz Iriondo, de 18 años y de Elgoibar (Guipúzcoa), sufrió una brutal agresión de un jugador cuando arbitraba uno de los partidos, el pasado miércoles, del XX Torneo comarcal de Fútbol 7 en Eibar, por lo que tuvo que pasar toda la noche ingresado en el hospital
“Solo recuerdo que me tiró al suelo la tarjeta roja que le acababa de
enseñar y que me agaché para recogerla. Lo que pasó después lo sé porque me lo
han contado mis amigos, que estaban allí... pero yo no me acuerdo de nada más”.
Comentó Aritz Iriondo.
Todo sucedió cuando Aritz, en el partido que enfrentaban a los equipos
Sobras Crew y La Roita, pitó penalti en contra del Sobras Crew, expulsando al
jugador infractor. Este jugador “se acercó a mí levantando la mano y me tiró la
tarjeta que le acababa de sacar”.
Según aficionados comentan que “al agacharse Aritz a por la tarjeta, el
jugador expulsado le pegó una patada brutal en toda la cara”. De hecho, afirman
que “¡hasta dio la sensación de que había cogido carrerilla!”. La brutalidad
del impacto fue tal que “hasta sus compañeros de equipo se quedaron flipando y
preguntándole a ver cómo se le había podido ir tanto la olla”.
El agresor, en cambio, “vio la situación que acababa de provocar pero
ni siquiera se quedó a esperar para ver cómo evolucionaba Aritz ni a pedir perdón”.
Más aún, “se dio la vuelta e incluso se llegó a encarar con algún padre que le
recriminó su comportamiento y su marcha”.
Como consecuencia del fuerte golpe Iriondo “cayó desplomado, perdió el
conocimiento y empezó a tener convulsiones”.
Por suerte, añaden, “en el campo había un chico que sabía de Primeros Auxilios, se acercó y con la ayuda de otras
personas que estaban viendo el partido le dieron la vuelta y le sacaron la
lengua para que no se ahogase”.
Seguidamente una ambulancia se encargaría de trasladar al joven hasta
el Hospital comarcal, donde pasó la noche “realizando pruebas y en
observación”.
El joven árbitro interpuso una denuncia contra su agresor ante la
Ertzaintza “porque hechos como este no pueden volver a ocurrir”. A él, de
momento, la agresión sufrida le ha quitado las ganas de seguir arbitrando. “Si
lo hago será con niños pequeños”.
Fuente e imagen: Noticias de Gipuzkoa
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