Sanción ejemplar: Por insultar y agredir a un árbitro les caen un año de sanción
Buena forma de combatir la violencia en el futbol en general y las
agresiones a árbitros en particular es con sanciones duras y ejemplares.
Esta última se ha impuesto en Galicia, al observar el castigo impuesto por el comité de
la Asociación Liga da Costa de Veteranos contra dos jugadores del Fisterra por
los altercados ocurridos el pasado fin de semana en el campo de fútbol de Ara
Solis. Este comité ha impuesto a los jugadores José Manuel Martínez Abuelo
y Mamadou Mbengue con un año sin poder jugar por insultar gravemente
y agredir al colegiado a la conclusión del choque.
Se trata de una de las sanciones más duras aplicadas por el comité
desde su puesta en marcha hace 14 temporadas.
La gravedad de los hechos en Ara Solis obligaba a hilar muy fino para
que no se vuelvan a repetir hechos como los acaecidos este fin de semana. En
la Asociación de la Liga da Costa de Veteranos quieren cortar de raíz con
episodios «graves» como los acaecidos el pasado fin de semana en el campo
fisterrán.
Los hechos se produjeron el fin de semana pasado en el partido correspondiente
a la vuelta de los cuartos de final de la Copa de Veteranos entre el Fisterra y
el Coristanco. El encuentro estaba disputando de forma correcta hasta el
minuto 85, cuando el cuadro visitante lograba igualar la contienda (2-2).
Instantes después, el colegiado expulsaba a Mamadou Mbengue. El acta arbitral
es clara al respecto: «Se pone enfrente de mí gritándome e insultándome
'Maricón de mierda, racista' repetidas veces antes de abandonar el terreno de
juego».
Al final del encuentro, cuando los dos equipos
y el colegiado enfilaban rumbo a los vestuarios, dos jugadores del equipo local,
uno de ellos desde el banquillo, fueron a por el colegiado y le arrojaron
dos botellas de litro y medio llenas de agua. El colegiado logró esquivar una,
pero la otra le golpeó en la cabeza. El acta es clara: «José M. Martínez Abuelo
viene corriendo a gran velocidad, en actitud agresiva, insultándome y
gritándome 'Hijo de puta, tíñate que matar, sinvergüenza, notábase
ben con que ías'».
Por suerte, la situación no fue a mayores gracias a la rápida
intervención de jugadores de ambos equipos y directivos del Fisterra.
Fuente: La Voz de Galicia
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