El paso de jugador a árbitro
José Luis Rodríguez Sánchez (28 años), desde su infancia ha estado ligado al
fútbol base y al fútbol modesto de Madrid como jugador de
varios equipos de la provincia. Pero José Luis quería seguir involucrado a esta
actividad y eligió dedicarse al mundo del arbitraje.
¿Qué te ha aportado el fútbol modesto en tu vida?
El fútbol modesto y el fútbol y el deporte en general… Desde siempre mi
vida es el fútbol. De pequeñito, mi familia es gente ligada al mundo del fútbol
y al final el fútbol te aporta todo: Aprendes a convivir con compañeros, cada
año con 25 personas diferentes en un vestuario... El fútbol y deporte te aporta
más que como deportista como persona. El fútbol es un máster de la vida.
¿Cómo y por qué te decides a dejar de ser futbolista y pasar a ser
árbitro?
Mi padre fue árbitro y me convenció para que hiciera el curso de
árbitro. La razón es que con el arbitraje si tienes licencia de jugador
no optas a ascender de categoría pero sí te permite compaginarlo. A través de un amigo
hicimos el curso y a los 18 años empecé a compaginarlo hasta los 22 o 23 años
hasta que decidí abandonar el fútbol para poder optar a ascensos dentro del
mundo del arbitraje.
¿Qué cualidades son necesarias para ser un buen árbitro?
Tener una buena preparación física es clave porque te permite estar
bien colocado en el campo y tener la cabeza fría a la hora de tomar
decisiones. Si tienes eso, pues es fundamental tener mucho sentido común
y mucha coherencia. Hay que entender lo que rodea al fútbol y tener un criterio
uniforme del reglamento y que se aplique correctamente, manejando los límites
que es donde está el quid de la cuestión y donde reside la mayor complejidad.
¿Cómo es la preparación física durante la semana?
He seguido el ritmo que tenía cuando jugaba. Para ser futbolista tienes
que entrenar 4 días sí o sí y no valen excusas. Entonces en el arbitraje he
seguido con la misma dinámica. El día después del partido hago un poco de
recuperación, luego el martes descanso y miércoles y jueves sería trabajo más
específico y de potenciación. Y el viernes un poco light para preparar el
partido del domingo.
¿Hay algún aspecto donde un árbitro pueda disfrutar más que un jugador?
Soy de las personas que recomiendo que si hay algo que no te haga
disfrutar estás perdiendo el tiempo. Así que, como árbitro, disfruto de un
partido de alevines, de cadetes, en un partido de tercera o haciendo de
asistente en un partido de segunda B. Es una cosa que me encanta y es el único
modo de tener grandes resultados.
¿Quieres decir algo más?
Pues que el fútbol es un espectáculo y que todos los que vamos o
participamos es para disfrutar. Si futbolistas, árbitros unificamos criterios y
nos ayudamos lo importante es que lo que difundamos sea un espectáculo bueno y
que cada vez vaya más gente a verlo.
Entrevista completa: Somos el fútbol modesto
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