Elena Peláez o la tranquilidad y seguridad en el arbitraje
Cuando empezó a sus once años en este mundo Elena Peláez Arnillas tenía un sueño que se ha cumplido a sus 23 años, debutar en la Liga Iberdrola (Primera femenina): “Mi padre jugaba al fútbol sala y yo me levantaba siempre pronto para verle. Un día me di cuenta de que este mundo me gustaba muchísimo y decidí ser árbitra. Se lo dije a mi padre, fuimos al Colegio de Árbitros de Palencia y me inscribí siendo la única niña de mi promoción”
Desde entonces ha ido progresando desde los pre-benjamines hasta esta
temporada que es una de las 20 árbitras de la Liga Iberdrola: “La temporada
pasada, Marisa Villa, coordinadora del fútbol femenino, nos presentó el proyecto
por el que la Liga Iberdrola iba a estar arbitrada solo por mujeres. En junio
de 2017 hicimos las pruebas físicas en Madrid y de ahí salimos las 20 que
pitamos ahora la Liga Iberdrola”
Elena compagina su vida arbitral con sus estudios de enfermera interna
residente por lo que más le cuesta es la preparación física: “Lo más complicado
es mantener el nivel físico. Yo entreno mínimo tres días a la semana para poder
superar las pruebas”
Tan joven y ya ha sufrido las iras desde las gradas: “Desgraciadamente
aprendemos a convivir con los insultos desde muy jóvenes. Yo nunca he dejado
que me afecte lo que me dicen desde la grada, me centro en el partido y a veces
ni oigo lo que me gritan”
Pero Elena sigue teniendo metas como la de pitar en la máxima categoría
masculina, internacional y arbitrar un partido de un Mundial o una Eurocopa.
Fuente: El Norte de Castilla
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