Habilidades psicológicas en árbitros
El árbitro de fútbol puede ser considerado como un deportista, puesto
que desarrolla su labor durante 90 minutos, recorriendo una distancia de casi
12.000 metros. Además, también se le debe exigir su intención de dirigir lo más
acertadamente posible el evento deportivo, su entrenamiento día a día y su
honestidad, tanto fuera como dentro del terreno de juego. La aportación de todos estos factores, aunque no garantiza una buena actuación,
posiblemente facilitará la formación del colegiado en todos sus ámbitos
(personal, deportivo, etc.).
En el contexto de la alta competición (competiciones internacionales,
primera división y segunda división), las condiciones estresantes de los
partidos son muy acusadas, fundamentalmente, por la enorme trascendencia de los
resultados deportivos y la estricta evaluación social de los protagonistas como
parte del “deporte-espectáculo-negocio” que es el fútbol en estas categorías.
En estas condiciones, los jugadores, los entrenadores y los árbitros, suelen
rendir a un buen nivel la mayor parte del tiempo, pero son propensos a cometer
errores que aunque pocos en cantidad pueden resultar decisivos.
La parte central del modelo jerárquico se relaciona con las habilidades
psicológicas básicas que deben dominar los árbitros de fútbol. Por encima de
estás habilidades básicas aparece el autocontrol cuyo entrenamiento y dominio son
más complejos que los del resto de las características psicológicas expuestas,
puesto que, para lograr un adecuado control de sí mismo, antes tendrá que haber
adquirido el dominio de técnicas más sencillas, como, por ejemplo, el control
de la respiración.
En la parte superior del modelo jerárquico situamos la toma de
decisiones, la cual se puede considerar como el proceso psicológico más
característico de la función arbitral. Es la toma de decisiones la que confiere
al árbitro su papel destacado en el mundo del deporte, puesto que la
trascendencia de sus juicios puede determinar el adecuado desarrollo del
evento, el ganador de una competición o la eliminación de jugadores.
Como final, es necesario conocer es al psicólogo deportivo a quien
compete la aplicación de las técnicas de entrenamiento y mejora de las
habilidades expuestas que deben de hacerse de forma individualizada, adecuándose
a las necesidades y características de cada sujeto.
Artículo escrito por Jacinto
Luis González (Universidad de Vigo) en Rubens Valenzuela
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