La universidad de Munuera Montero
El colegiado jienense José Luis Munuera Montero (1983)
cumplirá otros de sus sueños dentro de unos meses, ser internacional. Será el
primero en la historia de Jaén en lucir escarapela de la FIFA. José Luis ha
concedido una entrevista a un medio digital jienense (Lacontradejaén.com) de la
que reproducimos un extracto.
Como informamos el día de su ascenso a Primera División, Munuera Montero empezó en 2ªB a los 26 años y
permaneció en esa categoría durante tres temporadas. En 2013 subió a 2ª
división en la que arbitró hasta su ascenso a la máxima categoría en 2016. Además en
ese año ganó el trofeo Vicente Acebedo, que se otorga a los mejores
árbitros y asistentes de todas las temporadas, tanto en 1ª división como en 2ª.
Licenciado en Filología Hispánica, se dedica en exclusiva al arbitraje,
después de pedir una excedencia en los laboratorios en los que trabajaba. En su
tiempo libre, echa una mano en los desayunos del comedor social de Santa Clara,
además de contarles anécdotas a los comensales.
¿De Jaén o Córdoba?
Soy de Jaén, allí comencé mi carrera y en donde toda mi familia vive.
También es cierto que me siento muy cordobés, no solo porque llevo residiendo,
por motivos laborales, más de ocho años
en esta ciudad, sino porque en Córdoba me han acogido como uno más. La
delegación de Córdoba me recibió, desde primera hora, con los brazos abiertos y
me invitó a estar con ellos.
¿Hay que luchar en la vida?
Yo nunca imaginé -sí soñé- que podría ser árbitro de Primera División.
Lo soñé muchas veces y lo busqué a base de esfuerzo, trabajo, constancia,
perseverancia... A la gente joven le digo que pueden conquistar lo que se
propongan en la vida. Para ello deben poner los medios y las herramientas. Lo
dice alguien que ha fracasado muchas veces y esos fracasos me han servido para
mejorar y llegar luego al objetivo final.
¿Los árbitros actuales cuidan más
el físico y la preparación?
El fútbol ha evolucionado considerablemente. En la actualidad, se cuida
mucho la preparación física y el aspecto táctico. En este sentido, el árbitro
es un deportista y como tal ha evolucionado. Antes, no se miraba tanto el tema
físico, pero, hoy en día, tenemos cuatro controles físicos cada año, por lo que
la exigencia es mucho mayor. El salto en los últimos 30 o 40 años ha sido muy
grande.
¿La alimentación también es
importante?
Evidentemente tienes que cuidarte y evitar, por ejemplo, los fritos, el
alcohol, los dulces, el azúcar... y nutrirte de una dieta equilibrada, con
mucha verdura, fruta, pescado y alimentos bajos en grasa.
Lejos de los focos y las
estrellas están esos árbitros que, por distintos motivos, no han pasado de las
categorías de regional y siguen adelante cada domingo.
Se merecen el mayor de los reconocimientos. Para nosotros son fundamentales
en la formación porque aprendes muchísimas cosas, en el trayecto y en el campo.
Árbitros muy veteranos que, por motivos físicos u otros problemas, no han
podido llegar más lejos, a los que les guardo un gran cariño y, sobre todo,
respeto. Mi reconocimiento público a todos ellos porque me han forjado como
colegiado.
¿Conforme sube de escalafón se
nota más el cambio?
Todos tienen similitudes. Da igual la división, en un campo tienes el
que te ayuda, el simpático y luego está el tramposo, el protestón, el
introvertido, el jugador de equipo. En definitiva, en todos los equipos hay
jugadores de diferentes características.
Los árbitros también merecen un
respeto.
No solo los árbitros, también los jugadores, los entrenadores... Bien
es cierto que nosotros siempre estamos en el punto de mira y merecemos un
respeto por todo lo que trabajamos para no cometer errores. Son muchas horas de
entrenamiento y de preparación de los partidos; una dedicación para hacerlo lo
mejor posible. Y hay que aceptar que somos humanos y como tales nos podemos
equivocar, al igual que un futbolista puede fallar un gol con la portería
vacía.
¿Los padres qué papel juegan en
el fútbol base?
La educación está en una casa y es la base de la familia. Los colegios
son herramientas para forjar mejor esa educación, pero si en la casa no hay
educación, evidentemente, esos padres y esos niños cuando vayan al campo, en
cualquier deporte, van a tener ese comportamiento. Dejemos claro que el fútbol
no genera violencia, lo hace la mala educación de las familias.
¿Disfruta en el terreno de
juego?
Disfruto una barbaridad. Me encanta el fútbol, he hecho el curso de
director deportivo en la Federación Española y he jugado muchísimo. Me apasiona
el deporte como transmisor de valores y potenciador del trabajo en equipo. El
fútbol tiene un 99 por ciento de cosas buenas y un uno por ciento que, por
desgracia, son negativas. Soy capaz de disfrutar de un partido sin perder la
concentración, trabajando siempre en equipo con mis asistentes.
¿Se vive del arbitraje?
Desde Segunda B o Segunda División, se puede vivir de esto. Pero vuelvo
a los inicios del arbitraje, que ha sido la mejor universidad que he tenido
porque es en la que más aprendes de los fracasos para, después, poder
levantarte. Lo importante es saber manejar ese aprendizaje para crecer. A la
gente joven se lo digo muchísimas veces: vais a fracasar en lo personal y en lo
profesional, pero depende muchísimo de cómo os toméis ese fracaso para estar en
un sitio o en otro. Las cosas en Primera División se disfrutan un montón, pero
lo bueno cuesta muchísimo trabajo conseguirlo.
Entrevista completa en: La Contra de Jaén
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