Stephanie Frappart no sucumbe a la popularidad
La
árbitra FIFA francesa Stephanie Frappart recuerda con orgullo la recepción que
ella y su equipo, su compatriota Manuela Nicolosi y la irlandesa Michelle
O'Neill, recibieron de la multitud cuando salieron para hacerse cargo de la
final de la Supercopa de la UEFA entre Liverpool y Chelsea el mes pasado.
"No
pensé en romper barreras o hacer historia, solo hacer mi trabajo y solo
eso".
El trío
hizo historia esa noche en Estambul, convirtiéndose en el primer equipo
femenino en oficiar una gran final europea masculina.
"Cuando
recibimos la medalla fue un momento especial. Durante el juego no puedes
sentirlo porque tienes que hacer tu trabajo, pero cuando terminas te das cuenta
de lo que has hecho".
Justo un
mes antes, habían alcanzado el fénix del fútbol femenino al oficiar en la final
de la Copa del Mundo en Francia. Fue un mes vertiginoso que transformó a
Frappart en un nombre familiar en los medios de comunicación.
En 2014,
se convirtió en la primera mujer árbitro en hacerse cargo de un juego en la
segunda división masculina francesa y, a principios de este año, en la primera
en hacerse cargo de la primera división masculina. A pesar de la resonancia que
tuvo el anuncio del equipo femenino, dice que la idea de que estaba haciendo
algo más que simplemente arbitrar un partido de fútbol no se le ocurrió.
"Sé
cómo puedo manejarlo, creo que fue lo mismo que la final de la Copa del Mundo.
Siempre digo que la presión es [del] exterior, no de mi lado".
Frappart
fue la única mujer oficial en su curso, pero dice que la idea de que tenía que
demostrar su valía no se limita solo al arbitraje.
"Creo
que esto es sociedad. Como mujer tienes más que demostrar y en el fútbol es más
o menos lo mismo. Pero en mi federación me dan mi oportunidad todo el tiempo,
así que no tengo ningún problema".
Su
próximo reto es la Copa del Mundo masculina Sub-17, donde ha elegido otro trío
de mujeres oficiales, junto con tres árbitros asistentes de vídeo y un árbitro
de apoyo.
Frappart
cree que próximamente no habrá distinción entre oficiales masculinos y
femeninos y que un día una árbitra se hará cargo de la final de la Copa Mundial
masculina.
"Ahora
todo es posible".
Fuente: CNN
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