Un señor árbitro: Juanito Gardeazabal
Juanito
Gardeazabal Garai (Begoña, 1923-1969), considerado mejor árbitro de la historia
del fútbol español, se distinguía por su gran personalidad y considerado a
nivel mundial como un gran señor.
En tiempo
récord, Gardeazabal pasó de arbitrar en Tercera Regional a Primera División y
dos años después, en 1955, se convertiría en internacional. Participó en los
mundiales de Suecia (58), Chile (62) e Inglaterra (66). Murió recién cumplidos
los 46, el 21 de diciembre de 1969. Su jubilación estaba próxima, pues la norma
obligaba a colgar el silbato a los 47 años. Su prematura desaparición le privó
de asistir al Mundial de México, que hubiese sido el cuarto en su brillante
currículum.
Una de sus
tantas anécdotas fue cuando el Zaragoza se jugaba la permanencia en su estadio
ante el Real Madrid y cerca del final Marcelino, el ariete local, caía
aparatosamente dentro del área. La grada se encendió reclamando penalti,
mientras Marcelino se revolvía dolorido sobre el césped. Cuando se levantó, Gardeazabal
le pidió que colocase el balón en el lugar donde se había cometido la
infracción puesto desconocía el lugar exacto donde se produjo el derribo. Y
Marcelino lo puso fuera del área.
En una
ocasión le preguntaron si la toma inmediata de decisiones era la parte más
compleja de su tarea, a lo que respondió: "Lo más difícil es mantener una
personalidad y hacerse con el jugador, demostrarle que quien le ha juzgado es
justo. Expulsar es fácil. Lo bonito es llevar la nave a buen puerto". No
se privó sin embargo de mandar a la ducha a Kubala ante la afición azulgrana y,
tras una furibunda campaña de prensa, el Barça logró que no le volviese a
arbitrar en un año. Aquí va su suave réplica: "El árbitro actúa con la
misma buena fe que el jugador. No pido más que el mismo trato que se le
dispensa al jugador cuando al fallar un penalti recibe el aliento de sus
compañeros".
Fuente: Deia
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