El estrés y rendimiento en el arbitraje
El
deporte en general representa una de las actividades humanas con más
protagonismo social, los medios de comunicación le crean paulatinamente más
espacios y la mayoría de las personas le presta gran atención
independientemente de las diferencias sociales y culturales.
Es,
muchas veces, el lazo que nos une en un sentimiento único, nos representa y nos
identifica.
La
Psicología del deporte, ciencia relativamente nueva ha ido a través del tiempo
integrándose al mundo del deporte y son cada vez más los profesionales que
intervienen en equipos deportivos, que trabajan con deportistas e intentan
enriquecer el deporte con la ciencia y a la vez se alimenta con los nuevos
logros obtenidos.
Si
tenemos en cuenta éste crecimiento del deporte en todos los niveles, debemos
considerar también las exigencias que se van presentando a todos sus
protagonistas.
Exigencias
no sólo en relación a los aspectos físicos, técnicos y estratégicos sino
también a nivel emocional.
Quisiera
entonces reflexionar sobre aquellos deportistas, y también protagonistas de las
competencias, cuyo rol dentro de la escena deportiva es muchas veces relevante
y determinante: la figura del árbitro o Juez.
No
podemos pensar un evento deportivo sin la presencia de árbitros o jueces que
son los responsables de controlar y poner en práctica el reglamento, “la regla
escrita en acción”.
Sabemos
que la figura del árbitro es tenida en cuenta a la hora de evaluar su
rendimiento y desempeño, generalmente destacando los errores, omisiones o la
mala toma de ciertas decisiones durante la competencia.
Anteriormente
mencione al árbitro como un deportista y esta equiparación, es válida en tanto
que ambos participan de las mismas situaciones en competencias. Que ambos están
expuestos a los mayores niveles de exigencia tanto física, técnica como
emocional. Por lo tanto el árbitro en la actualidad tiene que estar a la altura
de lo que las competencias demandan, Una buena Preparación Integral.
Esta preparación Integral consiste:
Preparación
Física: Entrenamiento constante y responsable. Buena Alimentación. Buen
Descanso.
Preparación
Técnica: Estudiar y repasar el reglamento y sus modificaciones constantemente.
Preparación
Estratégica: Entrenar como aplicar esa regla escrita en situaciones concretas
de juego.
Preparación
Psicológica: Aquí podemos desarrollar todos los factores a los que está
expuesto el árbitro y a los que debe afrontar con la mayor cantidad de recursos
individuales. Es imposible no incorporar los tres puntos anteriormente
mencionados, ya que la buena preparación en ellos influye en su bienestar
emocional.
La tarea
arbitral puede estar influenciada por varios factores internos y externos entre
otros:
·
Expectativas en relación al desempeño individual, propio y ajeno
·
Expectativas previas en relación a la evaluación de su desempeño
· Malas
actuaciones anteriores
·
Valoraciones incorrectas en esta competencia o en anteriores
· Errores
cometidos durante la competencia
· Estados
emocionales
·
Reiteración de faltas de un jugador
· El
tiempo que queda del partido
· Equipo
que convierte la infracción (visitante-local)
· Dolores
o molestias físicas
· Duda
sobre la infracción en relación al reglamento.
·
Protestas de entrenadores, padres, público
Como
podemos ver son muchos los factores que pueden tener su influencia sobre el
rendimiento, pero según ciertas investigaciones llevadas a cabo en España (Félix
Guillen García, 2003) hay ciertos factores que influyen positivamente (motivación)
y otros negativamente (estrés) y aquí entra la valoración subjetiva de los
acontecimientos que realice cada árbitro.
El estrés
situacional de mayor o menor duración se comprende bastante poco,
particularmente en lo que se refiere a sus efectos sobre el rendimiento
(Jacques Laure, 2003)
Desde la
Psicología una de las tanta definiciones de estrés remite al desequilibrio
inaceptable entre la percepción de las demandas y la propia capacidad de
adaptación o respuesta.
Si
relacionamos estrés y rendimiento podemos hablar de circularidad, si lo
aplicamos al arbitraje, teniendo en cuenta los factores a los que debe
enfrentarse ante cada competencia podemos suponer que ejecutar su tarea
constituye un estímulo que provoca una movilización importante de energía
física y psicológica, y que la reacción por su naturaleza e intensidad puede
interferir o facilitar la respuesta, por lo tanto modificar el rendimiento.
El árbitro
está expuesto a estímulos internos y externos que según la intensidad de los
mismos puede influir en su rendimiento, que está representado en la adecuada
observación, evaluación y toma de decisión.
Volviendo
a la tarea principal del árbitro que es la toma de decisiones, en situación, en
un contexto por lo general no favorable para su tarea, con la precisión exigida
y en momento mismo en que se produce, no cabe duda que es una situación de
exigencia, a la que no todos responderán de la misma manera, y que el estrés puede
afectar los procesos cognitivos como sus estados emocionales. La duda sobre la
toma de decisión suele ser un signo habitual de estrés.
El árbitro
expuesto a diferentes situaciones de estrés no puede pensar claramente, puede
entrar en un círculo vicioso de desconfianza en sí mismo e indecisión, por ende
reduce su buen rendimiento.
Teniendo
en cuenta todos los factores influyentes no cabe duda que es un grupo
vulnerable a los efectos del estrés agudo o situacional. Y sabemos que el
estrés no solo afecta físicamente, sino emocional y conductualmente.
El
desafío de arbitrar puede dar grandes recompensas personales. El árbitro debe
tomar decisiones instantáneas, resolver conflictos y manejar estrés y
presiones. Cuanto más se entrene físicamente, más arbitre, más se prepare para
enfrentar situaciones de estrés, más seguro y confiado se sentirá. Y podrá no
solo disfrutar más de la tarea arbitral sino también mejorar su calidad de vida
personal.
“Mantén
tus pensamientos positivos porque tus pensamientos se convierten en tus
palabras. Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en
tus acciones. Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten en
tus hábitos. Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en
tus valores. Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en
tu destino”
Por: Lic. Alejandra Florean. Psicóloga
especializada en Deportes.
Fuente: https://www.psicodeportes.com/
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