Wílmar Roldán: el arbitraje en las venas
Después
de regresar de Santiago de Chile, donde fue el cuarto árbitro del partido de
Copa Libertadores entre Colo Colo y Paranaense (11 de marzo), el árbitro colombiano
Wílmar Roldán entró en cuarentena por precaución con el coronavirus.
¿Cómo pasas estos días tan complicados para todos?
Cumpliendo
las indicaciones del Ministerio de Salud, en cuarentena. En el tema laboral,
con el teletrabajo, y en lo relacionado al arbitraje, así no haya fútbol, como
profesional que soy, sigo con la actividad física en la casa basado en un plan
que me envió mi preparador personal. También, con cuidados en la alimentación
porque no se puede abusar de la comida, aquí no se queman las mismas calorías.
¿Cómo es
un día en este momento?
Me
levanto a las 7:30 a.m., desayuno a las 8:00 y media hora más tarde entreno
durante 60 minutos, eso es diario. Después empiezo mis labores con el Inder,
con informes, videochats, en fin, lo normal. En las tardes leo, saco espacios
para entrar al Wyscout, una plataforma tecnológica donde vemos situaciones de
juego y encuentros que hemos dirigido. Dedico una o dos horas a eso para tener
bien la cabeza y estar bien al momento de tomar decisiones en la cancha”.
¿Cuántos
años lleva en el arbitraje?
Son casi
tres décadas, empecé desde muy niño (a los 10 años). Ahora, con madurez y
después de haberle dado la vuelta al mundo dos veces dirigiendo infinidad de
partidos, me siento tranquilo. Cuando abro el espectro y veo que no solamente
vivo del fútbol, siento que la vida es más tranquila, es importante tener otras
alternativas. Obviamente, amo el juzgamiento y si volviera a nacer sería
árbitro”.
¿A pesar
de las ingratitudes de ese oficio?
Hay
muchos cuestionamientos, pero eso nunca ha hecho mella en mí como para decir
que quisiera otra cosa. Con mis errores, aciertos, triunfos, derrotas, con mis
finales, torneos o sin ellos, siempre me inclinaré por lo que hago. El
arbitraje se me metió por las venas y amo esta profesión. En este último tramo
de mi carrera miro hacia atrás y veo todo lo que he hecho, los países que he
conocido, los mejores estadios y jugadores del mundo, las competencias más
prestigiosas y concluyo que soy un bendecido”.
Algún
consejo…
“Aparte
de las condiciones innatas están el trabajo, la disciplina, la constancia, la
resiliencia y la fe que me han permitido lograr todo esto”
Fuente: El Colombiano
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