Pizarro Gómez: debut, parón y ganas
Valentín
Pizarro Gómez debutó como árbitro de Primera División el verano pasado y está
entusiasmado en su primera temporada en la categoría. Adscrito al colegio
madrileño, aunque nacido en Ciudad Real (1981), ejerce su actividad arbitral desde
hace 25 años antes de empezar sus estudios universitarios.
¿Por qué se decidió por el arbitraje?
Cuando
tenía unos 13 años me apunté a un curso, influido por mi padre. Estaba jugando
en un equipo de barrio, probé, me vi que además ganaba un dinero estando en el
instituto, que entraba gratis en los estadios de Madrid que era un plus, hacía
deporte y me gustó y cuando te empieza a gustar y te pica el gusanillo de
verdad no lo puedes dejar. Vi que no se me daba mal, que disfrutaba
independientemente de ascensos o no y al final tuve la oportunidad de estar
aquí, super agradecido a las personas que lo han hecho posible.
¿Qué impresión tiene de su estreno en Primera?
Una
pasada, estoy muy contento. Hay mucho trabajo detrás de cualquier ascenso, no
solo de un árbitro sino de cualquier persona que llega a la élite de un
deporte, muchas horas de dedicación y renunciar a otras cosas que en un momento
podrían suponer una prioridad. Creo que me he adaptado muy bien a la categoría,
llevo 25 años arbitrando y esto al final te hace ser un experto igual que en
cualquier profesión. El apoyo desde el Comité es máximo, siempre nos respaldan
en todo y así nos ponen el camino mucho más fácil.
¿Cómo lleva el confinamiento?
Al
principio fue un poco más complicado, soy una persona muy activa, viajamos
constantemente, me gusta hacer mucha actividad fuera, tengo un monte cerca, la
bici... pero tuvimos que hacer un acto de responsabilidad todos, quedarnos en
casa y aprender a vivir sin salir. Ahora muy adaptado siguiendo los planes que
nos ponen el preparador físico, la Federación, el CTA, más la lectura, las
series... intento mantener la cabeza lo más limpia posible.
¿Cómo cree que debe ser la vuelta?
Por ganas
no será, pero debe ser cuando el ministerio autorice. Nosotros somos muy
metódicos. La única diferencia entre mi entrenamiento de hace dos meses y el de
ahora es el sitio. Nos estamos manteniendo en nuestros pesos y haciendo
ejercicios de fuerza para mantener nuestra actividad en plena forma. Es
necesario un periodo de pretemporada principalmente para prevenir lesiones y
luego poco a poco con la competición volveríamos a estar en óptimas condiciones
igual que los futbolistas. Hasta que no te pones las botas y coges un balón no
te pones en ese punto de competición.
¿Qué piensa de jugar a puerta cerrada?
Hasta que
volvamos a la normalidad para todos va a ser extraño jugar, arbitrar o
retransmitir un partido sin público, porque cambia absolutamente todo, es como
otro deporte. Yo he estado en algún partido de Europa League a puerta cerrada y
no tiene nada que ver, pero cuando te metes en el partido no creo que piensen
si hay o no hay público, si se va a escuchar o no lo que dicen, al final los
jugadores son respetuosos como nosotros con ellos. Lo que se escuchará es más
un poco de táctica sobre cómo se van a mover ellos.
¿Piensa en la internacionalidad?
Partido a
partido. No es fácil llegar aquí, tienes que renunciar a muchas cosas. Me
habría encantado hacer un Erasmus, seguir compatibilizando mi actividad de
árbitro con la de profesor de educación física. Ahora estoy en excedencia porque
he preferido poner el foco cien por cien en una actividad y no en varias, pero
estoy muy feliz por cómo me encuentro. Estudié INEF, magisterio de educación
física y magisterio en inglés y estoy viendo si completo con algún máster en
psicología porque hay que seguir aprendiendo día a día.
Fuente: Besoccer
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