Edina Alves Batista, su tesón la llevó a una semifinal de un Mundial
Tenía 19 años,
cuando Edina Alves Batista (Brasil; 1980) se levantaba cada día a las cinco de
la mañana para ir a trabajar a llenar sacos de tierra, de rodillas y con las
manos, para un vivero de semillas al sur de Brasil.
“La jornada empezaba a las 6:30, pero si
queríamos ganar una pizca más el jefe nos dejaba entrar un poco antes. Es un
trabajo poco remunerado, por supuesto, así que había que llenar muchos sacos
para poder ganar algo, y yo iba a hacer cualquier cosa para conseguir el dinero
que necesitaba”.
“Jugaba al
fútsal y al fútbol desde siempre. Fui internacional de fútsal. Pero es un
pequeño municipio perdido en medio de la nada, por aquel entonces, en los años
90, no había ninguna posibilidad de ser futbolista”.
“En 1999, el
padre de una amistad me invitó a probar como árbitra asistenta en un partido
amateur. Enseguida me enamoré de la adrenalina que se descarga al dirigir un
partido de fútbol. En aquel momento supe que arbitrar era mi vida. No tardé en
enviar una solicitud para hacer un curso de arbitraje, pero era caro y no tenía
dinero. Todo el mundo me dijo que lo olvidase, que el fútbol no era cosa de
mujeres, pero yo estaba dispuesta a hacer lo que fuese”.
“Seguía
estudiando por las noches, para ser profesora de educación física, y por las
tardes me entrenaba [en el arbitraje], así que necesitaba un trabajo en el que
pudiese empezar temprano. Y llenar sacos de tierra en el vivero de semillas me
vino de perlas. Salía a trabajar temprano, luego corría para llegar a los
entrenamientos por la tarde y después iba a la escuela”.
“Estuve así
casi dos años, porque todo resultó ser más caro de lo que creía. No era solo el
curso [las tasas]. Tenía que pagar los desplazamientos. A veces había que
recorrer 550 kilómetros para asistir a una sola clase. Eran todos los fines de
semana”.
En el 2007
fue seleccionada para las pruebas de árbitra asistente. Pero al año siguiente,
estaba haciendo un viaje de 500 kilómetros en coche por la mañana temprano
cuando otro vehículo golpeó con fuerza el suyo, dejándolo hecho añicos.
“Rocé la
muerte. Estuve cuatro días en la UCI. El fútbol me sirvió de inspiración para
superarlo. Lo único en lo que podía pensar era en arbitrar un partido”.
“Fue lo
primero que pregunté. Los médicos me dijeron que no iba a poder arbitrar
durante muchísimo tiempo. Pero yo no dejé de insistirle a mi jefe para que me
diese un partido, y al final dio el brazo a torcer. Tres meses después del
accidente volví a arbitrar”.
En el 2014,
se encontró con Sergio Correa, por aquel entonces presidente del Comité de
Arbitraje de la CBF:
“Me preguntó por qué quería ser árbitra. Y le
respondí: ‘Es todo lo que quiero en la vida. Me dijo que como ya era aspirante
a árbitra asistente de la FIFA tendría que empezar de cero, estudiando y
entrenándome para ser árbitra principal. Creo que se imaginó que eso me
desanimaría, pero no me lo pensé dos veces y dije: ‘Por supuesto”.
Y
sorprendentemente, apenas cinco años más tarde, en mayo de 2019, Edina se
convirtió en la primera mujer en 14 años que arbitraba un partido de la primera
división masculina en Brasil. Además, en ese mismo año, participó en la Copa
Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, llegando a dirigir una de las semifinales.
“Recuerdo el vuelo a Francia, no daba crédito
a lo que estaba ocurriendo. Me acuerdo de cuando hice sonar el silbato en mi
primer partido, el Nueva Zelanda-Países Bajos, fue una sensación maravillosa.
Fue entonces cuando me sentí de verdad como una árbitra mundialista”.
Edina tiene
más sueños que cumplir antes de colgar el silbato. “Sería increíble ir a las
próximas Olimpiadas, vamos a tener que seguir esforzándonos mucho para
conseguirlo. Pero mi mayor sueño, el más grande, es arbitrar un partido en un
gran torneo de fútbol masculino”.
Ha arbitrado
en los siguientes torneos de selecciones nacionales:
- Copa de Algarve
- Copa América Femenina 2018
- Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub-20 de 2018 en Francia
- Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2019 en Francia
Fuente: FIFA
¿Qué opinas?