La alimentación en los deportistas adolescentes
Los deportistas en edad
adolescente tienen unas necesidades nutricionales distintas que los
adolescentes menos activos. Puesto que los deportistas entrenan mucho más,
necesitan más calorías como combustible para rendir en el deporte y para seguir
creciendo.
Si un deportista en edad
adolescente no come lo suficiente, es mucho menos probable que su cuerpo logre
rendir al máximo y hasta se puede llegar a lesionar los músculos, en vez de
favorecer su desarrollo. Los deportistas que ingieren una cantidad insuficiente
de calorías cada día no serán tan rápidos ni tan fuertes como podrían ser.
Puesto que los adolescentes que
hacen deporte necesitan más combustible, no suele ser una buena idea que se
pongan a dieta. Reducir drásticamente la cantidad de calorías ingeridas puede
llevar a problemas de crecimiento y a un mayor riesgo de fracturas y otros
tipos de lesiones. Si un profesional de la salud de tu confianza considera que
es seguro que te pongas a dieta, él trabajará contigo para elaborar un plan de
alimentación que sea saludable para ti.
En lo que respecta a ganar
fuerzas para rendir en el deporte a largo plazo, es importante que ingieras
comidas y tentempiés saludables, a fin de obtener todos nutrientes que necesita
tu cuerpo.
Aparte de ingerir la cantidad
adecuada de calorías, los deportistas en edad adolescente necesitan obtener una
variedad de nutrientes de los alimentos que ingieren para mantener un
rendimiento óptimo. Entre esos nutrientes, se incluyen las vitaminas y los
minerales. El calcio y el hierro son dos minerales muy importantes para los
deportistas:
El calcio ayuda a construir unos
huesos fuertes y resistentes, de los que dependen los deportistas. El calcio,
imprescindible para protegerte de las facturas por sobrecarga o estrés, se
encuentra en los lácteos, como la leche, el yogur y el queso.
El hierro lleva oxígeno a los
músculos. Para obtener el hierro que necesitas, come carne magra, pescado y
carne de aves de corral; verdura de hoja verde; y cereales enriquecidos con
hierro.
La afirmación de que los
deportistas necesitan ingerir una cantidad considerable de proteínas cada día
para desarrollar una musculatura fuerte y resistente es un mito. El desarrollo
muscular se consigue con un entrenamiento regular y trabajando duro. El pescado,
la carne magra, la carne de aves de corral, los huevos, los lácteos, los frutos
secos, la soja y la mantequilla de cacahuete son alimentos ricos en proteínas.
Los hidratos de carbono son un
combustible excelente para los deportistas. Reducir este grupo de alimentos o
seguir una dieta baja en hidratos de carbono no es una buena idea. Esto se debe
a que reducir el consumo de hidratos de carbono puede hacer que la persona se
sienta cansada e, incluso, agotada, lo que afectará negativamente a su
rendimiento deportivo.
Entre los alimentos ricos en
hidratos de carbono, se encuentran las frutas, las verduras y las hortalizas y
los cereales. Elije cereales integrales (como el arroz integral, la avena
integral y el pan elaborado con harinas integrales) en mayor medida que sus
variantes procesadas o refinadas, como el arroz blanco y el pan blanco. Los
cereales integrales proporcionan tanto la energía que necesitan los deportistas
para rendir como la fibra y otros nutrientes que necesitan para mantenerse
sanos.
Los hidratos de carbono
azucarados, como las barritas de chocolate o los refrescos, no contienen
ninguno de los nutrientes que necesita un deportista. Además, si un deportista
ingiere una barrita de chocolate u otro tentempié azucarado justo antes de
entrenar o de competir, podrá tener un rápido (aunque breve) aumento en su
nivel de energía, que irá seguido de un importante "bajón",
quedándose agotado y sin energía antes de acabar de entrenar o de competir.
Todo el mundo necesita ingerir cierta cantidad de grasa cada día, y esto es especialmente cierto para los deportistas. Esto se debe a que los músculos, cuando están activos, queman rápidamente los hidratos de carbono y necesitan quemar grasas para disponer de energía durante más tiempo. Al igual de los hidratos de carbono, no todas las grasas son iguales. Escoge grasas saludables, como las no saturadas, que se encuentran en la mayoría de los aceites de origen vegetal, el pescado, los frutos secos y las semillas. Limita las grasas trans (como los aceites parcialmente hidrogenados) y las grasas saturadas, contenidas en la carne grasa y los lácteos enteros, como la leche, la mantequilla y el queso. Se debe ingerir este tipo de alimentos unas pocas horas antes de hacer ejercicio.
Los suplementos deportivos se
venden con la promesa de mejorar el rendimiento físico. Pero hay muy pocos que
se sepa que ayudan, y algunos hasta pueden ser perjudiciales.
Los esteroides anabolizantes
pueden afectar muy negativamente a las hormonas de una persona, causándole
efectos secundarios indeseables, pueden causar problemas de salud mental, como
la depresión y los altibajos emocionales.
Algunos suplementos contienen
hormonas relacionadas con la testosterona, como la dehidroepiandrosterona (o
DHEA, por sus siglas en inglés). Estos suplementos pueden tener efectos
secundarios similares a los de los esteroides anabolizantes. Otros suplementos
deportivos (como la creatina) no se han evaluado en personas menores de 18
años. Por eso, se desconocen los riesgos que implican en los adolescentes.
Las pastillas de sal son otro
tipo de suplemento sobre el que debemos estar pendientes. La gente las toma
para evitar la deshidratación, pero las pastillas de sal, de hecho, pueden
favorecer el proceso de deshidratación, y se deben tomar con abundante cantidad
de agua. Por lo general, te encontrarás mucho mejor si bebes abundantes
líquidos para mantenerte bien hidratado. Se suele poder recuperar toda la sal
que se pierde a través del sudor tomando bebidas deportivas y alimentos antes,
durante y después de hacer ejercicio físico.
En lo que respecta a la
deshidratación, el agua es tan importante para que un deportista rinda al
máximo como la comida. Cuando sudas mientras haces ejercicio físico, es fácil
que te calientes demasiado, te duela la cabeza y se sientas agotado, sobre
todo, en los climas cálidos y/o húmedos. Hasta una deshidratación leve puede
repercutir negativamente en el rendimiento físico y mental de un deportista.
No existe ninguna fórmula
universal sobre la cantidad de agua que debes beber. La cantidad de líquido que
necesita beber cada persona es algo que depende de su edad, talla, el nivel de
intensidad de la actividad física que practique y la temperatura
medioambiental.
Los deportistas beben antes,
durante y después del ejercicio físico. No esperes a tener sed, porque la sed
es un signo de que tu cuerpo lleva cierto tiempo necesitando beber.
Las bebidas deportivas no son
mejores que el agua para mantenerte bien hidratado mientras haces deporte.
Pero, si haces ejercicio físico durante más de 60 a 90 minutos seguidos y/o en
un clima muy caluroso, las bebidas deportivas pueden ser una buena opción.
Evita tomar bebidas que contengan
gas o jugos porque te podrían provocar dolor de estómago mientras entrenas o
compites. No tomes bebidas energéticas ni otras que contengan cafeína, como los
refrescos, él té y el café para rehidratarte.
Autora: Mary L. Gavin, MD
Fuente:
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