Al habla con: Shirley Cornejo
Sirley Verónica Cornejo Arana (Bolivia – 1979), una de las más firmes representantes del arbitraje femenino boliviano, fue entrevistada por el medio “Los Tiempos” tras llevar 25 años siendo árbitra en partidos nacionales e internacionales.
¿Quién es Shirley Cornejo?
Soy árbitra y llevo en el
arbitraje 25 años, desde que tenía 16 años y aún estaba en colegio, es decir,
desde 1996. Actualmente, tengo 42 años. Ejercí la profesión del arbitraje
cuando (se) empezó (con) la etapa de las mujeres en el campo, (que solo era hasta
ese entonces) de varones. También soy licenciada en educación física y soy
maestra en educación física.
¿Por qué decidió ser árbitra?
Me dediqué muy joven. Me gusta el
fútbol y jugaba bastante en la calle con mis amigas y amigos. No había fútbol femenino
y se abrió la posibilidad de cursos para mujeres árbitros. Por curiosidad mi
prima me avisó del curso y gracias a ella ingresé, con la autorización de mis
padres. Ingresé al arbitraje por curiosidad, por un “hobby”, y durante todo
este tiempo se volvió una profesión y una pasión.
¿Dónde estudió?
En la Asociación (de Árbitros) de
La Paz, del Colegio de Árbitros. Teníamos docentes internacionales y
nacionales, los cuales nos daban temas como sicología deportiva, reglas
teóricas y prácticas, temáticas de la historia del fútbol. En esa etapa éramos
30 (los que tomamos el curso), del total, nueve éramos mujeres. Ya había dos
árbitras de una promoción anterior. El curso duró un año. Entonces, fuimos 11
las árbitras en la ciudad de La Paz.
Ya con un año de estudio y
egresada, ingresé al Colegio de Árbitros para estudiar por categorías, desde la
cuarta hasta la primera. En FIFA querían ya mujeres y como Bolivia no tenía
árbitras subimos nosotras (las egresadas). A mí me costó, pues tenía 16 años y
cuando subí a primera (categoría ya) tenía 19, y estaba en la Liga Nacional (de
Fútbol) trabajando con varones.
Tuve una formación larga hasta
mis 25 años y a esa edad recién pude obtener mi insignia FIFA, esto quiere
decir que ya tenía pie para dirigir en partidos internacionales. En 2008 fue mi
primer torneo internacional, fue en Chile, en la sub-17. Ese mismo año fui a
Brasil, a la sub-20; y de ahí ya no paré de salir (del país). Me fue muy bien
en el arbitraje a nivel internacional, tuve varios torneos y dirigí finales.
¿Qué significa ser árbitra para usted?
Árbitra es la máxima autoridad en
el campo de juego en el fútbol. Para mí ser árbitra y representar a mi país es
lo máximo. Llevas toda la pasión en sí, es una pasión. Es una preparación
constante. Era un “hobby” en un principio, he ido madurando esta profesión,
(que fue) muy difícil al comienzo porque no nos querían a las mujeres…hemos ido
entrando en ese ámbito masculino.
¿Cómo se siente dirigiendo varones?
Se siente bien. Somos autoridades y nos hacen
caso porque nuestras decisiones son importantes, siempre con las reglas del
juego. Como autoridad tengo que ser imparcial, es una linda experiencia.
¿Cómo es su preparación diaria como árbitra?
La preparación en los colegios de
árbitros es dos a tres veces a la semana. Y si un árbitro quiere llegar más
lejos debe prepararse todos los días, la alimentación es fundamental, tener
fisioterapeuta y sicólogo, también; y eso es individual, cada uno se prepara,
esto último no pone el colegio. Los partidos que nos dan ya son designaciones
desde la asociación, pero la preparación física, mental y sicológica es
individual. Lastimosamente, no tenemos todo el apoyo, no tenemos un médico
específico, si nos lesionamos buscamos un particular.
Mi preparación individual
consiste en prepararme todas las mañanas y en el gimnasio en las tardes trabajo
pesas livianas para (tener) velocidad, potencialización, resistencia y fuerza.
Tenemos que tener un peso normal, tener una buena alimentación en proteínas; y
tener un médico particular. Y es que tenemos cuatro evaluaciones físicas
durante el año, y eso nos toma la Federación de Árbitros de Bolivia.
¿Usted fue discriminada por ser mujer, por ser árbitra?
Al comienzo fue difícil, fue
mucha lucha para que puedan aceptarnos en los partidos de varones. Los
directores técnicos, los dirigentes en la Liga Profesional de Fútbol han ido
cortando nuestra participación. Desde 2009 o 2010 hasta ahora, ya son 11 años
que no nos están tomando en cuenta en la Liga Profesional, solo nos toman en
reserva. Nos han parado.
Y eso no es bueno, es un punto en
contra de la dirigencia, esperemos que nos abran la puerta nuevamente. La nueva
generación (de mujeres árbitras) está en esa lucha. Es una incógnita para
nosotras mismas, solo nos piden pruebas físicas. Esperemos que al año (pueda
ser posible).
Respecto a si sufrimos
discriminación, creo que las árbitras ya nos hemos acostumbrado al maltrato
(ríe). Una nunca va a dejar de recibir insultos, por más que esté en lo
correcto, siempre va a existir opiniones contrarias del otro equipo.
Según su opinión ¿por qué hay pocas mujeres que se dedican a esta
profesión?
No hay mucha oportunidad de salir
a lo profesional, a la Liga Profesional de Fútbol que paga mejor. La mayoría de
los árbitros tenemos otras carreras. Si salimos a nivel internacional es mejor.
Sin embargo, los varones (árbitros) tienen bastantes partidos.
¿Hasta el momento qué se lleva en su vida de árbitra?
Me llevo bastante experiencia,
pasión, amor a esta profesión. Ser perseverante, insistir, persistir es un lema
que tenemos las árbitras, y es una fortaleza. Me llevo todo.
Entrevista completa en: LOSTIEMPOS
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