Claudia Vasconcellos, primera mujer en arbitrar una competición FIFA


En los días súper machos y de golpes de pecho de principios de la década de 1990, nadie sabía si una mujer alguna vez arbitraría en una competencia de la FIFA. Algunos cuestionaron si alguna vez sucedería. Sin embargo, una explosión de esperanza se encontró con la noticia de que seis mujeres iban a ser enviadas a la RP China para actuar como árbitras asistentes en la Copa Mundial Femenina de la FIFA inaugural.

Claudia Vasconcellos (Rio de Janeiro - Brasil, 1963) había impresionado tanto corriendo la línea en la fase de grupos que la FIFA, a pesar de no tener ningún plan para entrar en el torneo, anunció ante la euforia de las mujeres de todo el planeta que la brasileña arbitraría en ese mismo evento, y nada menos que en el partido por la medalla de bronce.

Treinta años después de aquel día histórico e innovador para las mujeres en el fútbol, ​​Vasconcellos se tomó un tiempo para charlar con la FIFA desde Montevideo.

¿Puedes hablarnos de las dificultades que enfrentaste cuando comenzaste a arbitrar?

La cultura brasileña es muy sexista, por lo que desde el inicio de mi camino necesitaba demostrar en cada partido que mi elección del arbitraje era el resultado de mi amor por el fútbol y el respeto por sus reglas. Hacerse cargo de los partidos en el fútbol femenino no fue un problema. Por el contrario, se encontró una solución para que los árbitros masculinos no tuvieran que hacerse cargo de los juegos femeninos, que se consideraban inferiores a ellos. Sin embargo, para arbitrar en el fútbol masculino había mucha desconfianza e incredulidad de que una mujer pudiera hacerse cargo de un partido con la firmeza y el equilibrio que todo árbitro necesita para controlar las disputas entre hombres. Sin embargo, después de arbitrar varios partidos, la gente se acostumbró a mi presencia.

¿Cómo fue elegida para oficiar?

La noticia de que la FIFA, junto con las asociaciones nacionales, estaba buscando árbitras para actuar como árbitras asistentes en la primera Copa Mundial Femenina me generó mucha expectativa, aun sabiendo que solo serían elegidas seis. El sueño de todo árbitro es trabajar en un Mundial. Supe desde el principio que podía tener la oportunidad de ir por mi desempeño en las competencias en las que había participado, aunque sabía que otras árbitras tendrían las mismas oportunidades. Al final, sin embargo, mis esperanzas y deseos se cumplieron.

¿Cómo te sentiste cuando te eligieron para convertirte en la primera mujer en arbitrar un partido de una competición de la FIFA?

Fui elegida para trabajar como asistente de, probablemente, docenas de árbitras de todo el mundo. Esto ya fue un gran triunfo, tanto personal como profesionalmente. Cuando me propusieron para dirigir el partido por el tercer puesto, algo sin precedentes en la historia del fútbol mundial, me embargó una gran emoción y, al mismo tiempo, me di cuenta de la gran responsabilidad que había recaído sobre mí.

¿Qué tan orgullosa está de ser pionera en el fútbol femenino, de ayudarlo a crecer?

Soy consciente de ello y estoy orgullosa del papel que desempeñé, junto con todas las árbitras que contribuyeron.

Fuente: FIFA


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