Florencia Romano, la mujer que supo abrir las puertas de la AFA
Romano nació en Tucumán hace 51
años y su adolescencia la inició pateando una pelota. En su temprana juventud
participó de una liga local con un documento falso, que decía que su nombre era
Roque. Con el pelo corto y un habla discreto, el engaño perduró un buen rato.
Cuando ya no se pudo ocultar más, decidió que su vínculo con el fútbol iba a
seguir mediante el arbitraje y se inscribió en un curso que ofrecía la Liga
Tucumana.
Terminó sus estudios con uno de
los mejores promedios y cuando quiso empezar a dirigir, el presidente del
Colegio de Árbitros de Tucumán le dijo que era imposible. Se mudó a Buenos
Aires y fue directo al Sindicato de Árbitros Deportivos de la República
Argentina (SADRA). Su promedio nuevamente no pasó inadvertido, pero los
impedimentos continuaban: de AFA le pidieron más capacitaciones y le hicieron
repetir un curso que ya había hecho en Tucumán. Concluido todo al pie de la
letra, su incorporación a la nómina de árbitros AFA no llegaba y ahí dijo
basta. Comenzó la disputa. Primero envió una carta documento a la sede de
Viamonte y como no tuvo respuesta alguna, hizo una huelga de hambre frente al
edificio del fútbol argentino.
"No es sensato que una mujer
dirija entre hombres", fue la primera respuesta de Grondona ante el
escándalo. Luego de la denuncia por discriminación que elevó Romano, el ex
presidente de la AFA tuvo que retractarse frente ante el Congreso de la Nación
y la Secretaría de Derechos Humanos. La contienda la ganó la tucumana y tuvo su
premio el 4 de abril de 1998. Ese día fue su debut como referí en un partido de
la Primera D (Victoriano Arenas vs Muñiz) y marcó un antes y un después para
las mujeres argentinas en el fútbol. Llegó a ser internacional y fue convocada
para los campeonatos sudamericanos femeninos de 2003 y 2006 y para la Copa Mundial
Femenina de Fútbol de 2003.
“En la actualidad hay muchas más
arbitras y asistentes. La AFA en ese aspecto no está poniendo dificultades ni
cerró ninguna puerta, porque en su momento me encargué de abrirlas para todas.
Pero el arbitraje femenino no está profesionalizado, porque nosotras cobramos
un quinto de lo que cobran los árbitros hombres. Tenemos los mismos estudios a
nivel técnico, la misma preparación, pero cobramos menos por el hecho de ser
mujeres. En el caso de las que somos o fuimos árbitros FIFA, hay un básico que
te pagan como árbitro FIFA, arbitro internacional, más los partidos. Lo que
digo es que ese básico tendría que ser exactamente el mismo para los hombres y
para las mujeres. Los partidos de primera división de hombres no se pagan igual
que un partido de primera división femenino. Habría que igualar ese aspecto”,
comenta Florencia.
Además, realiza otras actividades:
“Soy artista plástica y escribo poesía. He hecho algunas exposiciones
colectivas y tengo publicados algunos textos. También me gusta mucho jugar al
ajedrez”. Hace dos años empezó a estudiar cine en el CIC (Centro de
investigación cinematográfica). “Estoy guionando mi vida para hacer una
película”.
Fuente: PAGINA 12
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