Wílmar Roldán habla de sus 100 partidos en la Copa de Libertadores

El árbitro colombiano Wílmar Roldán (Remedios, Antioquia, 24 de enero de 1980) hizo historia este martes en el partido, correspondiente a la Copa de Libertadores, entre Estudiantes de La Plata de Argentina y Nacional de Uruguay, al dirigir su partido número 100 en dicha competición. Todo un para el arbitraje sudamericano al convertirse en el primer pito que llega a esa cifra histórica en el torneo de clubes más importante del continente.

Wílmar habló con El País y recordó lo que ha sido su paso por la Copa Libertadores y sueña con poder dirigir su cuarta final.

¿Qué significa para usted llegar a los 100 partidos dirigidos en la Libertadores?

Es una alegría muy grande, algo muy inconmensurable. Yo soy ‘fan’ de la Copa Libertadores, le tengo un cariño especial y diría que un amor grande a este torneo. Este certamen tiene una gran mística y todos los que alguna vez hemos estado en una cancha sabemos que es algo que atrapa.

¿Qué recuerda de ese primer juego que pitó en la Copa allá por el 2008?

Fue un partido muy especial. Así como llena de satisfacción llegar a los 100 partidos, el debut también me marcó mucho. Es emocionante para uno como árbitro estar en un torneo que desde niño he seguido, la Libertadores. Siempre había querido estar en un partido de la Copa.

¿Recuerda algún partido en especial?

Son muchos partidos en la Copa, pero los que más recuerdo son sin duda las tres finales que he dirigido. En la primera final que dirigí en 2012, entre Corinthias y Boca Juniors, entendí la magnitud que tiene la Libertadores. Tengo una anécdota de ese juego, porque camino al estadio Pacaembú de Sao Paulo nos tocó caminar como siete cuadras. Cuando iba en el carro acompañado de la escolta policial, decía: “la Copa Libertadores es maravillosa”. Adentro había 40 mil hinchas, pero afuera eran como dos millones.

¿Cuántos asistentes han compartido con usted en estos años en la Copa?

Muchísimos, todos los que han sido asistentes arbitrales desde la época en que comencé mi carrera internacional. Grandes compañeros y escuderos. Son muchos nombres. Un momento bonito para mí fue hace dos años, cuando mi hermano Miguel me hizo asistencia por primera vez en un juego de la Copa; eso fue en 2020, en un partido entre Tigre y Palmeiras.

¿Cómo ha visto el uso del VAR en la Copa?

Creo que con el paso del tiempo los árbitros se han ido adaptando mejor, ya que son muchas las federaciones que han ido implementando el uso de la tecnología. Antes llegaban al torneo con desconocimiento.

¿Siente que con todos estos partidos en la Copa ya se ganó el respeto de los jugadores?

Sí, claro. El respeto no se impone, se gana. Yo soy un tipo que quiero hacer las cosas bien y los jugadores ven que yo me preparo bien y creen en mi trabajo. El respeto es mutuo.

¿Alguna tarjeta mostrada y que se le haya quedado grabada en la mente?

Tengo el registro de haber sacado la tarjeta amarilla más rápida de la historia en la Copa Libertadores. Fue a los 4 segundos en un partido entre Unión Española y The Strongest, una amonestación para el boliviano Pablo Escobar por un codazo sobre un rival.

Por su edad, ¿hay Wílmar para rato en la Libertadores?

Por la motivación, yo quisiera morir en la Copa Libertadores. Por la edad, falta poco, toca disfrutar y seguir haciendo un buen trabajo. Dejar mi marca y mi estilo cuando vaya a dirigir.

¿Sería cerrar con broche de oro esta temporada tan especial el poder dirigir una nueva final de la Copa?

La voy a luchar, llegar a una final de la Copa no es fácil para los equipos ni para los árbitros; eso se conquista con buenas actuaciones.

Fuente: EL PAIS


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