Salima Mukansanga: desde Ruanda a Qatar
A pesar de las dificultades que
afrontó en su juventud, Salima descubrió desde muy joven su vocación por ser
jueza en un partido de fútbol.
Ella creció en Rusizi, un
distrito de la zona occidental de Ruanda. Tras culminar el colegio, hizo
estudio enfermería y obstetricia en la Universidad de Gitwe. Durante este
tiempo, ella se dedicó también a practicar diferentes deportes, como el
baloncesto, aunque su situación económica no le permitió continuar
desarrollándose en dicha disciplina.
En su etapa universitaria, tuvo la oportunidad de arbitrar un encuentro de fútbol de niños en la Escuela Secundaria St Vincent de Paul Musanze. Esta primera experiencia la marcó en gran manera y la motivó a aprender más al respecto.
Fue así que empezó a dirigir
partidos. Primero lo hizo en duelos de futbolistas veteranos o aficionados.
Posteriormente, pasó a ser colegiada en partidos de la liga de primera división
femenina y de la segunda división masculina en su natal Ruanda. Luego de cuatro
años, su amor por su trabajo la llevó a arbitrar en diferentes torneos de
África.
En 2012, comenzó su carrera de arbitraje internacional en 2012. Tras esto, dirigió campeonatos internacionales, entre los que destacamos: Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2019 en Francia y en 2022 se convirtió en la primera mujer en arbitrar en la Copa Africana de Naciones, liderando un equipo arbitral totalmente femenino.
Su destacada trayectoria fue
determinante para que sea elegida una de las mujeres que por primera vez en la
historia arbitrarán una Copa del Mundo masculina. Para Mukasanga, se trata de
una experiencia única e inigualable el formar parte del Mundial Qatar 2022.
“Fue muy emocionante, esto es un privilegio para mí. Nunca había soñado con ir a la copa Mundial masculina. Mi único sueño era la copa mundial femenina (...) Ser nombrada para la copa mundial masculina es algo nuevo, otra oportunidad que tenemos”, declaró en una entrevista del medio Diario Sport.
Fuente: LA REPÚBLICA
¿Qué opinas?